Todas las fotos presentadas son propiedad de la autora.

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L’Allée des Baobabs en Madagascar

Madagascar es una isla remota y lejana a la que pocos tienen la suerte de llegar. Y como tal encierra secretos y lugares que no verás en ninguna otra parte del mundo. Uno de ellos es L’Allée des Baobabs, un impresionante avenida formada por estos curiosos árboles llenos de leyendas en la que los atardeceres son mágicos.

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El templo de Ta Prohm en Camboya

La presencia de un árbol creciendo sobre las ruinas del antiguo templo de Ta Prohm en Camboya es un ejemplo del paso del tiempo. Ese tiempo inexorable que se te escapa entre los dedos por mucho que lo quieras retener. Si alguna vez has soñado con ser Indiana Jones, tu deseo se cumplirá mientras exploras estas ruinas. Cambia el machete por tu cámara y volverás a casa con un recuerdo imborrable.

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La mezquita de Eyüp Sultan en Turquía

A caballo entre dos continentes, dos culturas y dos civilizaciones, Estambul es una ciudad fascinante. Te sorprenderá su arquitectura, una maravillosa mezcla de estilos e historia que brilla por mérito propio a través de los siglos. Una de sus múltiples joyas es la Mezquita de Eyüp Sultan, lejos del bullicio del centro y en un enclave privilegiado cerca del Cuerno de Oro.

4

El Valle del Cocora en Colombia

El camino hacia el Valle del Cocora es escarpado y el tránsito para llegar a él es difícil. Este es un lugar único en el mundo y las palmas de cera que crecen allí son endémicas. Estos árboles son centenarios y pueden llegar a vivir hasta 250 años; además, forman parte de un hábitat único en el mundo y de uno de los bosques de niebla mejor conservados de todo el continente Americano.

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El humeante Monte Bromo en Indonesia

El remoto Parque Nacional de Bromo Tengger Semeru se encuentra en la isla de Java, en Indonesia. Aquí te encontrarás con algunos de los volcanes más bellos del mundo, entre los que destaca el monte Bromo, traducción que hacen los locales de Brahma, dios hinduista de la creación. Es un nombre que le viene como anillo al dedo: al ser un volcán aún activo, todo lo que ha arrojado a lo largo de sus últimas erupciones ha creado un paisaje lunar prácticamente nuevo.

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La Basílica de San Pedro desde el Tíber

Roma es una ciudad impresionante desde el punto de vista fotográfico. Te abumará de tal forma que no tendrás claro hacia dónde mirar. ¿Sabías que la cúpula de la Basílica de San Pedro es la única que está iluminada en toda Roma cuando cae la noche? No dejes de fotografiar la vista de la basílica iluminada, junto con el Ponte Sant’Angelo desde el Ponte Umberto I.

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Las faldas de Mount Cook en Nueva Zelanda

Mount Cook, o Aoraki como lo llamaban los maoríes, es el pico más alto de Nueva Zelanda. Sus 3.754 metros sirvieron como campo de entrenamiento a Sir Edmund Hillary antes de emprender el reto de los Himalayas. Aunque no seas un senderista experimentado, no puedes dejar de recorrer la Hooker Valley Track, una ruta que te llevará a las faldas del Mount Cook, desde donde podrás admirarlo a orillas de un lago glaciar.

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Lisboa desde Mirador das Portas do Sol

Nostalgia, melancolía... saudade. Todos estos sustantivos son sinónimo de lo que se respira en Lisboa. Un ciudad llena de cuestas, bañada por el Tajo y con una personalidad que no te dejará indiferente. Su singular localización hace de ella un enclave estratégico y no es de extrañar que sus colinas estén llenas de miradores. Te será difícil elegir uno sólo, pero si tuvieras que hacerlo, no dejes de disfrutar de las vistas desde el Mirador das Portas do Sol.

9

Manning Gorge, una garganta en el Outback australiano

La región de Kimberley es uno de los lugares más remotos y hermosos de Australia y también es uno de los menos poblados. No en vano los australianos lo definen como “la última frontera”. La región está llena de gigantes cañones y piscinas naturales. Una de ellas, Manning Gorge, es un auténtico paraíso. Si eres lo suficientemente valiente, puedes bañarte y acercarte a la cascada.

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Las calles de Gion en Japón

Pasear por las calles de Gion es viajar al pasado. Este barrio del este de Kyoto está lleno de callejones por los cuales puedes perderte y soñar con geishas. Con un poco de suerte, podrás fotografiarlas también. Pero mientras aparece alguna de ellas, detente en uno de sus múltiples templos y déjate envolver por el misticismo de la Era Edo.

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La ciudadela de Machu Picchu en Perú

¿Qué decir de Machu Picchu que no se haya escrito ya? Es el santuario sagrado de los Incas, ciudad de astrólogos, ingenieros, astrónomos y arquitectos. Una verdadera maravilla del mundo. Trata de llegar lo antes posible para evitar aglomeraciones, nada supera a las primeras horas de la mañana para hacer las mejores fotos del complejo. A veces puede haber neblina, pero generalmente desaparece una vez que el sol empieza a calentar sobre el valle.

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El azul turquesa de Zanzíbar

Azules hay muchos y turquesas otros tantos, pero no serás capaz de encontrar ninguno con la intensidad de las costas de Zanzíbar. Ya desde la avioneta te quedarás boquiabierto. Y cuando te acerques a esa arena sedosa que envolverá tus pies, no podrás dejar de mirar el mar. El color de las playas de Zanzíbar te marcará para siempre.

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La Bahía de Ha Long en Vietnam

Un conjunto de cerca de dos mil islas e islotes de piedra caliza emergen sobre las aguas del Mar de China a lo largo de la conocida como Bahía de Ha Long. Para conocer esta maravilla, tu mejor opción es navegar entre sus islas e islotes en un velero de junco, una embarcación típica de la zona. Déjate mecer por sus aguas y relájate mientras disfrutas del paisaje.

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La cúpula del Reichstag en Berlín

Cuando se juntan historia y modernidad, el resultado es siempre espectacular. En una ciudad con una cicatriz que nadie puede olvidar, el Reichstag se levanta una y otra vez, como lo ha hecho tantas veces en el pasado. Sube hasta la cúpula, sal al exterior y rodea la estructura mientras observas Berlín a tus pies.

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La medina de Fès en Marruecos

Olores, ruido, callejuelas, tiendas, tránsito de personas, mercancías, colores… La medina de Fès es todo eso y mucho más. Un universo olvidado por el que parece que el tiempo se detuvo hace siglos. Un laberinto por el que sólo los locales saben guiarse. Piérdete por sus rincones, olvídate de los mapas y deja que sus encantos te sorprendan al dar la vuelta a la esquina.