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24 señales de que aprendiste a comer en Guadalajara

Guadalajara
by Dann Castillo 15 Jun 2016

1. Sabes que hay una gran diferencia entre los tacos de barbacoa volteados y los dorados.

 

2. No importa si son las Toño, las de El Güero o las Rober’s, sabes que las tortas ahogadas siempre estarán ahí para curarte de cualquier cruda.

 

3. Y para la temporada de pitayas, sabes que no hay mejor opción que los puestitos de las nueve esquinas.

 

4. Sabes que son asquerosos, realmente malos, pero los tacos de la Minerva nunca te han abandonado después de una noche de copas, sin importar a qué hora de la madrugada decidas terminar la fiesta.

 

5. Te queda muy claro que cualquier domingo sabe mejor acompañado de una quesadilla frita del Tianguis del Sol. Con salsa verde, obvio.

 

6. Aún no sabes por qué, pero siempre hay un carrito de tejuino cerca cuando lo necesitas.

 

7. Si estás de fin de semana en Chapala, no pueden faltar los charales y la nieve de garrafa del malecón.

 

8. Si te sientes gastronómicamente hipster, la zona de Chapultepec es tu primera opción para saciar ese apetito orgánico/vegano/importado.

 

9. Y ya que hablamos de hipsters, probablemente te has preguntado en qué momento todos los restaurantes de la ciudad comenzaron a terminar en “ría”: La Pastería, La Tetería, La Postrería, La Brownería…

 

10. Si has estado en la ciudad durante los últimos dos años, eres perfectamente capaz de identificar al menos un Food Truck Park o un Farmer’s Market como La Mirilla o Picnic Bazar.

 

11. Lonches hay muchos, pero sabes que los Lonches Amparito son la referencia por excelencia de cualquier tapatío.

 

12. Estás consciente que hay muchos puestos de hot-dogs, pero ninguno como los famosos Dogos Meño.

 

13. Si tienes mucha hambre, sabes que no hay lugar que sirva un plato de carne en su jugo más rápido que Karne Garibaldi. Incluso tienen el récord Guiness por el mejor tiempo de atención al cliente.

 

14. Eres plenamente consciente de que, aunque no sepan mucho a tequila, las cazuelitas de Tlaquepaque surtirán sus efectos en el momento en el que te levantes de la mesa…

 

15. Y lo mismo aplica con los cantaritos de Tequila.

 

16. Aunque seguramente llegaste a El Santuario atraído por sus famosas tortas, hoy regresas por la promesa de los buñuelos y el atole. El perfecto postre para inducir un coma diabético orgullosamente tapatío…

 

17. Pero si te sientes un poco más fresa, seguro eres cliente de la glorieta Chapalita, con sus raspados, churros, elotes y diversas burundangas.

 

18. Sabes que el Santo Coyote y los restaurantes de Providencia o Andares están reservados exclusivamente para los días de quincena.

 

19. Si no tienes mucho presupuesto, pero aun así quieres disfrutar de una experiencia “restaurantera” en una zona bonita de la ciudad, sabes que el Chai nunca desilusiona.

 

20. Conoces la variedad de opciones con las que cuenta Guadalajara en cuestión de nieves, pero las de La Violeta o las San Antonio se llevan la primicia.

 

21. Identificas perfectamente el olor a aceite quemado de las donitas del centro, y aún no decides si es atrayente o nauseabundo (yo les resuelvo el dilema, es nauseabundo).

 

22. Bimbo no es una opción, si quieres un cuernito de chocolate sabes que para eso existen los Croissants Alfredo.

 

 

23. Cuando piensas en birria, inmediatamente piensas en “El Chololo”.

 

24. Y finalmente, no hay fin de semana completo sin un menudo de Chela, en el mercado de abastos.