Vayas donde vayas, sea una fiesta o una reunión de trabajo, entrá con una sonrisa enorme y demoledora y saludá a todos los presentes con un sonoro beso en la mejilla.
Amá u odiá a la Presidenta. Ni se te ocurra estar en una zona gris.
Manejá como si los peatones fueran seres inmortales que jamás pudieran morir por tus acciones al volante.
No tengas miedo de polemizar sobre todo lo que se te ocurra. Desde los clásicos temas políticos y futboleros hasta cuán grasa es (o no es) Bailando por un sueño.
Cerrá unilateralmente esas discusiones con un ¡Chupate esa mandarina! o un Me agotás, flaco.
Adorá el Fernet-Cola.
No tengas miedo de sentir emociones fuertes, ¡ni mucho menos de demostrarlas! Peleate con el colectivero, besá y toqueteá a tu novio en el medio de una plaza, al mediodía, reíte a carcajadas como si nadie te estuviese mirando y si querés llorar…¡llorá!
Nunca usés el formal “Usted”, a menos que quieras que tu interlocutor te pregunte, ofendido, si creés que es más viejo que el mundo.
¡Ni se te ocurra tirarte un pedo en público! Los argentinos consideramos esto el signo más contundente de mala educación y, no importa cuántas veces nos pidas disculpas, la herida va a tardar siglos en sanar.
Pero por favor aprendé los cien significados de la palabra pedo.
Considerá a tus amigos parte de tu familia. Deciles siempre la verdad, aunque duela, llenalos de besos, de abrazos y de halagos y, simplemente, pasá el resto de tu vida tratando de ser el mejor amigo del mundo.
Cultivá el don de la conversación. Cuando los argentinos empezamos una buena charla, el mundo se para y el mate pone el ritmo…
No te preocupes ni por un segundo sobre los gérmenes cuando tomás mate con extraños. Recordá que lo que no te mata te hace más fuerte.
Comé cantidades industriales de pizza, pasta y panqueques de dulce de leche y aún así lucí fabuloso.
No te esfuerces en ser políticamente correcto. Una persona con un par de kilitos de más puede ser llamada Gordito; un pelirrojo, Colo y una mujer con un busto de proporciones, Tetas.
Solo tenele miedo a la muerte y a la mezcla de sandía y vino…
Aprendé lo antes posible que un argentino “si no la gana, la empata”.
Trabajá para vivir y no vivas para trabajar.
Pasala bien y viví a pleno, aunque eso implique que tengas que acostarte muy tarde. Ya vas a poder dormir cuando estés muerto.
Derrochá tu encanto natural a diestra y siniestra, pero actuá como si no lo supieras. Qué se le va hacer, algunos nacen estrellados y otros… otros tuvimos la suerte de nacer en Argentina.
Podés leer este artículo en inglés haciendo clic acá.