Como hacer enfadar a una feminista

by Lidia Infante 30 May 2016

Foto: Gisela Pozsonyi

1. Pregúntame si soy feminista o feminazi

Si eres el tipo de persona que cree que buscar la igualdad de género es equiparable a asesinar de forma sistemática a millones de personas, seguramente te voy a parecer una extremista de cuidado.

2. Usa el término “friend-zone” de forma no irónica

La “friend-zone” me suena a que es un lugar fantástico. Me encanta tener amigas y amigos. Aunque si alguno de mis amigos cree que como no tenemos sexo mi amistad es un triste premio de consolación, prefiero que me avisen cuanto antes, porque no quiero tenerlos ni a un kilómetro de distancia.

3. Intenta ligar conmigo usando topicazos machistas

¿Te gusto porque “no soy como las demás chicas”? ¿Que problema tienes con las demás chicas? ¿No será que eres un poquito misógino?

4. Acto seguido, quéjate de que las mujeres no nos fijamos en los chicos majos y sólo nos gustan los macarras

Vamos a dejar una cosita clara: los chicos majos no tratan a las mujeres como si fueran demasiado tontas como para elegir pareja por sí mismas, sólo porque les hayan rechazado. Para que lo entiendas, si vas diciendo esas cosas, no eres un chico majo.

5. “El machismo no existe, vosotras entráis gratis a las discotecas”

Sí, y también cobramos menos, sufrimos una presión estética mucho mayor y 1 de cada 3 mujeres hemos sufrido violencia sexual o de género. Pero entramos gratis a las discotecas, así que está claro que dominamos el cotarro.

6. “¿Eres feminista? Entonces, ¿odias a los hombres?”

¿Desde cuándo buscar la igualdad de género significa odiar a los hombres?

7. “Si el feminismo buscase la igualdad no se llamaría feminismo, se llamaría igualitarismo”

Y si el repollo fuera una verdura, no se llamaría repollo, ¿no?

8. “Yo no soy machista, yo ayudo en casa”

Lavar tus propios calzoncillos de vez en cuando no es ayudar, es ser un adulto responsable. Decir que ayudas en casa implica que las tareas del hogar son responsabilidad de otra persona, así que ponte tus pantalones de niño grande, coge una escobilla y vete a limpiar el baño.

9. Asume que no tengo ni idea y dame explicaciones innecesarias con condescendencia

Es decir, hazme mansplaining.

Me encanta el bricolaje, soy adicta. Desde DIYs sacados de Pinterest a toquetear instalaciones eléctricas, me encanta y se me da bien. Pero a menudo cuando estoy comprando un material o contratando un servicio, hay quienes sienten la necesidad de explicarme cosas obvias o, lo que es peor, hablarle sólo a mi parejo. Si pretendías arruinar mi día, así es exactamente como se hace.

10. Dime que la lucha feminista debe ir por detrás de la lucha de clases

El feminismo vive un tórrido romance con la izquierda política, aunque la izquierda no está tan enamorada de nosotras. Cuando oímos a nuestros compañeros de activismo decir según qué barbaridades nos sienta fatal, ya que les creíamos más concienciados con todas las opresiones.
Pero estamos acostumbradas, así que tampoco nos cabrea demasiado. Lo más probable es que levante una ceja y te diga: “mira, chico, el patriarcado es anterior al capitalismo, infórmate un poco” y siga a lo mío.

11. Hazme manspreading antes de haya tomado mi primer café

Algunos hombres que me encuentro en el transporte público podrían haber disfrutado de una fructífera carrera en el mundo del ballet, porque ni yo misma soy capaz de abrir tanto las piernas. Y si no he tenido tiempo de tomarme un café todavía, menos tiempo tengo para aguantar estas cosas.

12. “¿Pero cómo vas a ser feminista si tienes novio?”

A esto sólo se puede responder con un gif.

1441901975-krysten-ritter-eyeroll-seriouly

13. Escúdate en la libertad de expresión para poder insultar a cualquiera y pretender evitar las consecuencias

La libertad de expresión consiste en que el gobierno no puede sancionarte o censurarte por expresar una opinión, no en que yo no pueda decirte que lo que has dicho es una memez cuando has dicho una memez.

14. “No es acoso, es un piropo”

Un piropo es cuando mi pareja me dice que estoy especialmente guapa o una amiga me dice que le encanta mi vestido. Que un desconocido me silbe, haga sonar el cláxon o me susurre obscenidades no es un piropo. Es acoso.