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12 cosas que debes saber antes de trabajar como Au Pair en Europa

Europa
by Silvia Contreras Dubuc 15 Sep 2016

Vivir un año en el exterior para estudiar, viajar o simplemente tener una experiencia diferente es algo que muchas personas desean, pero que no siempre saben como volver realidad. Para muchos jóvenes, ser “au pair” se ha convertido en una opción ideal para poder lograrlo y no preocuparse mucho por los gastos que acarreará. Se trata de pasar una temporada en casa de alguna familia en el extranjero a cambio de ayudar con los niños. Si decides enlistarte como “au pair”, hay algunas cosas que es mejor que tengas en cuenta antes de emprender el viaje.

 

1. La principal ventaja de ser “Au Pair” es que tendrás tus gastos básicos cubiertos.

Es decir, la familia que te recibe te proporcionará una habitación, todas las comidas y un sueldo, que no es mucho, pero que es todo tuyo y que no necesitarás para tu manutención. ¡Es tu “pocket money”!

Cuando trabajé en Londres como Au Pair, ganaba 80 libras semanales (casi 300 al mes). En esa época, un salario de estudiante -haciendo 20 horas de trabajo a la semana- no pasaba de las 120 libras (480 al mes). Sí, es verdad, hay casi 200 libras de diferencia mensuales-, pero lo cierto es que yo no me preocupaba por ningún gasto más que el transporte público. Lo demás lo invertí conociendo otras ciudades como París, Roma y Bruselas, sólo por nombrar algunas.

 

2. Una obviedad: tienen que gustarte los niños.

Aunque todo parece perfecto -irás a otro país, tendrás casa, comida y trabajo, viajarás y aprenderás-, si no tienes paciencia y no te agrandan los niños,, ¡no lo hagas! Pasarás al menos 5 horas de tu día compartiendo con ellos, llevándolos a su colegio o a sus actividades, bañándolos, haciendo tareas y todo lo que la familia necesite que hagas por ellos. Si no disfrutas esto ni un poquito te frustrarás en el día 1.

 

3. No importa si eres hombre o mujer, pero sí importa la edad.

La mínima edad requerida para ser “Au Pair” es 17 años, aunque muchas familias evitan a personas tan jóvenes porque siempre conlleva más responsabilidades. Una vez que eres mayor de edad, serás más que bien recibido. Tienes hasta los 30 años para vivir esta experiencia. Aunque lo más común es que sean mujeres quienes hagan los programas, hoy en día hay “Au Pairs” de ambos sexos, así que ser hombre no es ninguna limitante.

 

4. Mi recomendación para conseguir una familia es que empieces por redes de contactos.

El proceso es más fácil siempre que lo facilite un conocido en común, o si se trata de una familia que viene recomendada por un amigo o amiga. Eso te ayudará a estar más seguro. En mi caso, los padres de mi familia de acogida eran amigos del hermano de mi cuñado.

Si no tienes conocidos a quien recurrir, existen páginas especializadas donde puedes inscribirte sin costo alguno y buscar a la familia que se adapte a lo que necesitas. Una de las más conocidas es AuPairWorld. También existen agencias que se encargan de colocarte con una familia, el tema es que normalmente tienen costos elevados. Además, debes ser cuidadoso: muchos de estos sitios web o compañías son fraudulentos y podrían estafarte. Trata siempre de leer recomendaciones y contactar con alguien que ya lo haya hecho previamente.

 

5. Utiliza los grupos de Facebook y los blogs especializados para informarte.

Hoy se pueden encontrar muchos grupos en redes sociales donde “Au Pairs” cuentan sus experiencias pasadas o actuales, dan consejos e incluso intercambian datos (personas que están en el mismo país). “Au-Pairs” in Europe es un grupo de Facebook que podría serte de mucha ayuda, por ejemplo. También hay blogs dedicados completamente al tema y escritos por personas que vivieron la experiencia o que actualmente están con alguna familia de acogida. Si tienes alguna duda, seguro podrás resolverla en alguno de estos sitios.

 

6. Las condiciones de trabajo son de mutuo acuerdo.

Antes de viajar y en pleno proceso de selección de la familia con la que estarás, tú puedes escoger si la familia te gusta o no, a cuántos niños cuidarás, de qué edades serán, si estás dispuesto o no a realizar quehaceres del hogar. Este es el momento en el que dejar en claro todas las obligaciones con las que cumplirás durante tu estadía… Así no te encontrarás con sorpresas al llegar. Yo nunca tuve que hacer ninguna labor del hogar ni nada por el estilo. Mi ocupación principal era llevar a los niños a sus actividades, darles de comer y ayudarlos a tomar su ducha antes de dormir.

 

7. También debes conocer los acuerdos legales de la Comunidad Europea.

Existe un contrato oficial aprobado por el Consejo de Ministros de Europa sobre la colocación de “Au Pair” en el territorio de la comunidad. Pero aún cuando está vigente, algunos países como Italia y Reino Unido no lo utilizan en el proceso. Aunque cada sitio tiene sus propias reglas y procesos con respecto a este trabajo, nunca está de más descargar el contrato, llenarlo con las condiciones mutuas y que ambas partes lo firmen. Funcionará como resguardo en casos extremos.

 

8. Si no eres de la Comunidad Europea, necesitarás visado… y la familia puede ayudarte a completar el proceso burocrático.

Si no tienes un pasaporte Europeo tendrás que tramitar una visa en el consulado del país que hayas elegido. Es un proceso fácil. Normalmente la familia se encarga de gestionar un contrato donde se compromete a cumplir con los requisitos que exijan en la embajada. Los requerimientos pueden variar dependiendo de cada país. Por ejemplo, en Francia es obligatorio tener un contrato firmado ante la prefectura.

 

9. Comúnmente, el tiempo de estadía va desde tres meses hasta un año.

La temporada en que realices el programa puede variar dependiendo del país. Luego del primer año, algunos países tienen la opción de que alargues tu estadía hasta por un año más, es decir, dos años en total. Pero por experiencia propia, incluso por experiencia de mi familia de acogida, un año compartido es más que suficiente, tanto para la familia como para la (o el) “Au Pair”.

El trato puede acabarse si hay desacuerdos graves. Aunque se supone que debes cumplir con el tiempo acordado previamente en el contrato, existe la posibilidad de que quede anulado inmediatamente ante faltas graves de tu parte o por parte de la familia de acogida. Si no cumples con tus horas de trabajo, maltratas a los niños o no logras llevarte bien con la familia, ellos podrán pedirte que te marches. Al igual que si tú eres maltratado de alguna manera, si te exigen trabajar más horas de lo estipulado o hay alguna falta grave hacia ti, puedes renunciar al momento.

 

10. Podrás sentirte parte de la familia… pero sí o sí tendrás responsabilidades y deberás hacerte cargo de tu vida (mucho más que cuando vives con tus propios padres).

Dejemos algo en claro: no serás un nuevo hijo, ni una hermana mayor ni un sobrino, pero si serás un miembro de la familia y si corres con suerte y se llevan muy bien, será un lazo que perdurará en el tiempo. La mayoría de familias te acogerán, compartirán contigo y te ayudarán en lo que necesites, pero no harán todo por ti.
Si nunca has vivido solo, es una buena oportunidad para aprender por ti mismo de responsabilidades y quehaceres del hogar. Tendrás que arreglar tu cuarto, lavarás tu ropa y prepararás tu comida, excepto aquellas que se hagan en conjunto con la familia. ¡Nada de comodidades y de personas adultas que te malcrien! Aquí, tú también eres un adulto.

 

11. Tendrás tiempo libre garantizado, que es sólo tuyo. ¡Aprovéchalo!

Al igual que en todo trabajo, tienes días libres -normalmente, todos los fines de semana- y vacaciones que son programadas de común acuerdo con la familia. En esos días, sal a explorar, haz amigos, conoce nuevos lugares y prueba cosas nuevas. Créeme que con lo cerca que es todo en Europa, podrías conocer una ciudad nueva en un país distinto cada fin de semana. No te quedes en casa, no querrás saturarte. Está bien que compartas con la familia, pero también necesitas tus momentos lejos de todo.

 

12. Tendrás que construir tu relación con los niños, y quizás allí esté el principal desafío.

Todo suena hermoso al principio, pero lo cierto es que lidiarás con lo típico del día a día. A veces estarás más cansado que de costumbre, extrañarás tu casa, tus amigos, tu comida. No entenderás que quieren de ti los padres o los niños, ¡sobre todo los niños! Eso de que los mande alguien más que no sean sus papás es todo un reto para ellos y para ti. En mi caso, creo que ese acuerdo tácito con los niños es lo más complicado de manejar, pero siempre se logra. No es fácil, pero vale la pena.
Cuando termine tu temporada como “Au Pair”, descubrirás que fue de las mejores decisiones en la vida, agradecerás por lo aprendido y verás como ya no le darás importancia a cosas que antes parecían ser el fin del mundo.