En 2013, los ojos del mundo se conmovieron con la historia de un equipo de básquetbol conformado por niños de la etnia triqui, de la sierra de Oaxaca. Imagínense un grupo de niños que, asombrosamente, sólo podía competir en el terreno de juego sin tenis, pues aseguraban que los tenis les restaban velocidad.
La historia de los niños triquis comienza en una de las zonas más pobres de Oaxaca, donde la situación económica de las familias no es la más favorable y, sin embargo, la voluntad de los niños y la motivación de su entrenador Sergio Zuñiga hicieron que este equipo ganara el Torneo Nacional de Básquetbol Infantil.