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¿Por qué debes viajar más en 2015?

by Irene Corchado 30 Dec 2014
Porque viajar te abre la mente.

Y te cambia para bien. Te ayuda a desprenderte de prejuicios y te hace madurar. Te das cuenta de que el mundo no gira en torno a tu ciudad y a tu país y que tu forma de ver y hacer las cosas no es ni la única ni la mejor. Te vuelves más tolerante y comprensivo.

 

Y te hace más humilde.

Dicen que no valoras lo que tienes hasta que lo pierdes. Bueno, no hace falta perderlo sino tomar un poco de distancia, pero el hecho de estar lejos de tu casa, de tus familiares, de tus amigos y de tu realidad, hace que reconozcas los pequeños grandes detalles de tu vida. Y saber lo que es importante en tu vida es la clave para ser feliz.

 

Porque aún tienes muchísima comida que probar.

Y todo sabe mejor en su lugar de origen. Por fin sabrás cómo se preparan de verdad esos platos mundialmente conocidos que muchos intentan imitar. (¿Carbonara con beicon y nata? Esto es de coña, ¿no?). Comer es uno de los grandes placeres de la vida y viajar te da la oportunidad de probar platos que no podrías probar en tu ciudad.

 

Y porque cuando viajas, te enamoras cien veces al día…

De los paisajes, de los amaneceres, de los sabores, de las ciudades y de sus gentes. Quién sabe, hasta puede que encuentres un espíritu tan aventurero como tú y también te enamores.

 

Y te ayuda a conocerte más.

Sólo cuando sales de tu zona de confort y te pones a prueba en situaciones nuevas descubres cómo eres realmente. El ajetreo de la vida diaria no te da un respiro para descansar y reflexionar. Viajar te permite pararte a pensar sobre la vida que llevas actualmente y qué cosas te gustaría mejorar o cambiar y hacerlo cuando vuelvas.

 

Porque viajar hace que ganes confianza en ti mismo.

Viajar es el remedio perfecto para superar la vergüenza y la falta de confianza. Enfrentarte a situaciones o dificultades a las que no estás acostumbrado te obligan a hacer un esfuerzo adicional para solucionarlas. Hablar con desconocidos y hacer amigos, comprar un billete de tren, pedir indicaciones en chino… Nadie va a ir a sacarte las castañas del fuego y depende sólo de ti superar el reto. Y verás que cuanto más viajes, más fácil resulta todo.

 

Y en el camino conoces gente de todo el mundo.

Sin dudas, una de las mejores cosas de viajar, incluso (o especialmente) si viajas solo. Supera la timidez y entabla conversación con lugareños o con otros viajeros como tú. Sé curioso y aprenderás mucho de la cultura y las tradiciones de los sitios a los que vayas. Pero ojo, esto no quiere decir que tengas que intimar con cualquiera persona que te cruces por la calle.

 

Cuando viajas, desarrollas tu paciencia.

A base de hacer cola en aeropuertos, estaciones de tren, estaciones de autobuses y controles de pasaporte, aprenderás a tomarte la vida con un poco más de calma y dejar a un lado las prisas de tu rutina diaria. Las prisas producen estrés y no viajas para estresarte, sino para disfrutar. Así que ya sabes: disfruta.

 

Y es más barato de lo que parece.

A menos que vayas con paquetes con todo incluido, viajar es mucho más barato de lo que parece. Puedes recortar gastos en vuelos si los compras con antelación y no viajas en temporada alta. Y en cuanto a alojamiento, puedes ahorrar mucho si optas por hostels en lugar de hoteles de cuatro estrellas. Con aplicaciones como la de Hostelworld hasta puedes reservar alojamiento de última hora mientras viajas. Más rápido y fácil imposible.

 

Porque, la verdad, no tienes motivos para no viajar.

«No tengo dinero», «soy demasiado mayor» o «no tengo quién me acompañe» son excusas baratas para quedarse en casa. Hay gente que ha vendido su coche para hacer un viaje largo, personas jubiladas que han dado la vuelta al mundo mochila al hombro y otros que viajan solos y encuentran compañeros por el camino. Y eso que muchos dicen de «ahora no es buen momento» es la peor de las excusas. Ahora es el siempre el mejor momento. El que quiere viajar, viaja. ¡Feliz 2015!