Sabes muy bien la diferencia entre “alimentador”, “transmilenio”, “cebollero”, “colectivo”, “cheto», “ejecutivo” y “dietético”. Pero por sobre todo, sabes que en todos los casos se trata de un tipo de colorido transporte público.
Dices que tienes el acento más neutro del país…
Y te han llamado “rolo” o “cachaco”.
Sabes perfectamente quién fue Fanny Mickey y conoces su legado en el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá… festival que nos deleita a los capitalinos con sus obras de teatro llenas de magia.
Seas memorioso o no, recuerdas perfectamente los horarios del pico y placa.
Entre semana, has ido por un “almuerzo ejecutivo” y has cambiado algo del menú por más plátano, arroz o un huevo frito.
Para ti, “Zona G” y “Zona T” son sinónimos de rumba y buena comida.
Y asocias a Simón Bolivar con hacer ejercicio, disfrutar de algún concierto o ir al “Rock al Parque”.
Si en las vacaciones no ibas a la playa o a tierra caliente; la radio te consolaba y te subía el ánimo con la siguiente canción: “Bogotá, Bogotá no tiene mar, pero tiene ciclovía”.
Y hablando de la ciclovía, la consideras una de las mejores ideas implementadas en nuestra ciudad. No solo te permite andar en patines o bicicleta, trotar, hacer aerobics o bailar, sino también saborear deliciosos manguito con sal, mazorca con mantequilla, o jugos de naranja recién exprimidos en sus puesticos.
Has ido a Monserrate un domingo –ya sea en teleférico o a pie, según tu grado de atletismo y compromiso-, has entrado a la iglesia y has probado la comida de alguno de los diversos restaurantes que quedan en tan alta montaña.
Se te hace agua la boca cuando recuerdas el desayuno de tamal con chocolate o changua.
También tienes por costumbre comerte un buñuelo, empanada o roscón a las onces, acompañado de una ponymalta.
Le dices “monito/a’, “vecino/a” o “jefe/a” a los tenderos o vendedores ambulantes, “cela” a los celadores y “ruso” a los trabajadores de la construcción.
Has ido al Campin ya sea a ver un clásico entre Millos o Santafé, algún partido de Colombia o al concierto de algún artista de talla “nacional e internacional”.
Eres un experto conductor y más de una vez has escuchado que “si puedes manejar en Bogotá, puedes manejar en cualquier parte del mundo”.
En época navideña, has disfrutado del septimazo, de la ciclovía nocturna y de los coloridos alumbrados a lo largo de la ciudad.
Sabes que si necesitas algo para preparar una fiesta, puedes pasar por la pajarera o San Victorino, y has ido al Only a comprar ropa o cosas para la casa.
Alguna vez has ido a Corferias, ya sea a la feria del libro, la del hogar, la feria de las colonias, ARTBO o alguna otra.
Te sientes orgulloso de la existencia de Chapigay, una de las pocas zonas en su tipo en América del Sur, muestra del ambiente inclusivo y tolerante de Bogotá.
El ajiaco santafereño es uno de tus íconos bogotanos favoritos.
Te vistes por capas, siempre listo para el clima caliente o el frío al mismo tiempo.
Eres consciente de que vives 2600 metros más cerca de las estrellas.