15 Razones por las que nunca deberías probar comida mexicana
1. Por su seguridad, manténganse alejados de los tacos al pastor. Está comprobado que son más adictivos que la cocaína y Candy Crush juntos.
2. La combinación de tamal verde y atolito de guayaba para calentarse por la mañana está tan sobrevalorada… Lo de hoy es andar hambreado y con frío.
3. Preparan sus salsas en una piedra volcánica… ¿podrían estar más locos?
4. No se puede confiar en una comida con tantos colores. ¿Qué diría la avena de esta barbaridad?
5. No sé qué le ven de especial al pozole. Sólo es una sopa de maíz con raíces prehispánicas, con docenas de variantes por todo México, infaltable en las fiestas y que incluso se ha apropiado de un día de la semana. Nada que una sopa de microondas no pueda igualar.
6. Usan un cactus para hacer ensaladas. ¿Acaso no conocen la lechuga?
7. ¡Tortillas azules! Seguro son puro colorante… ¡y no me vengan con que existe el maíz azul!
8. ¿Quién se atrevería a comer un pan de muerto? Es la cosa más tétrica, esponjosa y suavecita que he visto en mi vida.
9. ¿Una jugosa rebanada de jícama, cubierta con salsa de chabacano y espolvoreada con chilito? ¡Tanto sabor junto debería estar prohibido!
10. ¿Se van a arriesgar a terminar todos embarrados sólo por probar un platillo que lleva más de cinco siglos perfeccionándose? ¡Alguien debería haber inventado un mole que no manche para estas alturas!
11. ¿Quién necesita unos chilaquiles rojos bien picosos para arrancar el día? Dan lo mismo unos nachos o una bolsa de Doritos… ¿no?
12. ¿Chapulines de botana? ¡Ni de chiste! La felicidad se basa en nunca probar cosas nuevas.
13. ¿Quién querría comerse esto? ¡Está demasiado bonito!
14. ¿Quesadilla de huitla… qué?
15. ¿Que el mezcal te pone mágico? ¡No, gracias! Prefiero quedarme con mis males que involucrarme con bebidas de los dioses…
Crédito imagen de portada: Gabriel Saldaña.