1. Punta de solomillo de Las Golondrinas
Lugar con solera de Triana donde los haya, si pides una punta, el camarero lo considerará tan obvio que solo gritará a cocina “¡una!”. Aunque pueda parecer sencillo un trozo de solomillo sobre pan, probarla es querer más y más.
2. Croquetas de Casa Ricardo
Si decimos que las croquetas que se hacen en este bar tienen una fama que traspasa las fronteras de la ciudad, no nos quedamos cortos. Con una bechamel casi líquida y una cubierta crujiente, este manjar ya es historia viva de la ciudad.