1. Las playas desiertas de agua cristalina no te gustan. Además, seguro que tan lejos de todo ni siquiera hay cobertura.
2. Lo de la montaña tampoco es lo tuyo: hay que caminar (y te cansas), hace siempre frío y el agua de los lagos que te encuentras está siempre congelada.
3. No te interesa lo más mínimo un país plagado de maravillas arquitectónicas de un pasado musulmán. Por muy Patrimonio de la Humanidad que sea.
4. No entiendes la fascinación que hay con Gaudí, ¿de verdad su estilo es tan original? El Parc Güell está sobrevalorado.
5. Un país en el que cuando se hace de noche las calles y plazas siguen llenas de gente no es un país de fiar.
6. ¿Para qué ibas a querer recorrer kilómetros de costa llenos de pueblecitos de pescadores? Ni que fueran tan encantadores o bonitos…
7. Además, van de modernos pero dejan que una vez al año las calles de la capital se llenen de ovejas. ¿De verdad?
8. ¿Para qué ibas a visitar una cueva en la que hay pinturas y grabados que datan de la Prehistoria?
9. Opinas lo mismo de lo de ver una representación en lo que queda de un teatro romano… ¡son ruinas y ni siquiera está cubierto!
10. Lo de pedir una bebida y que te traigan comida gratis siempre te hace sentir incómodo y desconfiado. Seguro que son sobras o comida caducada.
11. No, no quieres pasear por el cráter de un volcán. ¿Estamos locos o qué?
12. El surf te parece demasiado peligroso y pasear por la playa aburrido. Por no hablar de lo incómodo que es volver a casa lleno de arena…
13. ¿Para qué visitar un lugar en el que hay fósiles de huellas de dinosaurios? Si te interesaran lo más mínimo verías Parque Jurásico, que por lo menos ahí hay algo de acción.
14. Gente que se pone a cantar y a bailar en la calle, genial. Preferirías mantener tus distancias.
15. ¿Ver los molinos de los que habla Cervantes en El Quijote? No entiendes por qué, el paisaje no es nada del otro mundo y ni siquiera entiendes cómo pueden ser confundidos con gigantes.
16. ¿Tomar algo en una terraza cuando ya es de noche? ¿Es que esta gente no duerme?
17. ¿Por qué ibas a querer visitar un país en el que celebran el solsticio de verano encendiendo hogueras -y en algunos sitios saltándolas? Un poco primitivo, ¿no?