Tomarte una semana, por lo menos, para recorrer todos nuestros museos y bibliotecas.Crédito: IAGOmx.
Lucir una prenda con los exquisitos bordados de San Antonio.Crédito: mioaxaca.
Encontrarte (o buscar) a Francisco Toledo, el artista vivo más importante vivo de Oaxaca, conversar con él y sacarle una foto como esta.Vía.
Intermedio
Ir a un evento en el majestuoso Teatro Macedonio Alcalá, en la Ciudad de Oaxaca.Crédito: teatromacedonioalcala.
Apoyar a una asociación civil que trabaje con grupos vulnerables de tu comunidad.Crédito: nijanu.mexico
Ver el amanecer desde el Mirador del Cerro Fortín, en la Ciudad de Oaxaca.Crédito: Daniel Durán López.
Ir a la Laguna de Manialtepec, cerca de Puerto Escondido, para ver la bioluminiscencia.Vía.
Intermedio
Viajar a la región del istmo y asistir a una Vela Istmeña, ya sea en Juchitán Espinal, Ixtaltepec o Cd Ixtepec.Crédito: Asunción Ixtaltepec.
Hacer ecoturismo en San Antonio Cuajimoloyas. Dar un paseo a caballo, andar en bicicleta y lanzarte por la tirolesa de 1 km de distancia.Crédito: Comunidad San Antonio Cuajimoloyas, Oaxaca, México.
Nadar en el ojo de agua de Magdalena Tlacotepec.Crédito: Oaxaca Nuestro.
Aprender algunas palabras de nuestras lenguas indígenas, ya sea zapoteco, mixteco, mixe.
Intermedio
Animarte a probar hongos alucinógenos en Huautla de Jiménez, de donde era la famosísima María Sabina.Vía.
Ponerte una borrachera con mezcal y, al calor de las copas y cuando estés sentimental, canta DIOS NUNCA MUERE, ¡nuestro gran himno oaxaqueño!