18 Razones por las que nunca deberías visitar San Juan, Argentina
1. Tu idea del cielo nocturno cambiará para siempre al visitar San Juan…
El Parque Nacional El Leoncito te ofrece unas 300 noches al año de cielo diáfano, siendo uno de los mejores lugares en el mundo para ir a observar a las estrellas. Después de tan espectacular paisaje, sentirás melancolía cuando lo único que veas por tu ventana sean las Tres Marías y la Luna.
2. Encontrarás rincones de paz por todos lados, con silencio y cielo despejado. Y después, ¿cómo harás para volver a la locura de la ciudad?
3. Es probable que quieras romper algunas reglas de Parques Nacionales y ponerte a jugar en esta cancha de bochas…
4. Terminarás tomando demasiadas fotos de paisajes que no parecen de este mundo.
El problema será al regresar… ¿Cómo explicarle a tus amigos qué se siente caminar entre estas formaciones en una noche de luna llena?
Imágenes tomadas en el Parque Provincial Ischigualasto.
5. Descubrirás que el lugar conocido como una de las «capitales argentinas del viento» no es broma…
Como no es chiste la calidad de los acróbatas del viento que te cruzarás ahí.
6. Y en el Dique Cuesta del Viento, te enamorarás perdidamente de las gamas de colores siempre cambiantes de las aguas y de los cerros.
¡Será too much para tus ojos sensibles!
7. Muchas de las personas que conozcas te invitarán a compartir su estilo de vida, pero vos no sos un deportista ni te interesa nada que suene remotamente divertido.
8. Tampoco te «copa» la idea de dejarte mimar en las termas de Pismanta…
El hotel-cooperativa, que te ofrece tratamientos naturales y económicos en medio de este paisaje idílico, subirá tus estándares respecto a los centros de belleza. Luego, en los pequeños spas de las ciudades, no podrás dejar de añorar esta experiencia.