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Benirrás

Benirrás es uno de esos rincones en los que los atardeceres de verano son inolvidables. Durante tu visita, no olvides visitar Es Cap Bernat, un pequeño islote que se encuentra en el centro de la bahía. Benirrás es una de las calas míticas del norte y conserva algunas reminiscencias hippies, incluyendo el sonido de los tambores que acompañan cada puesta del sol. En mi opinión, uno de los rincones más pintorescos de Ibiza para disfrutar en pareja o con amigos.

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Platges de Comte

Muchos en la isla la llaman Cala Comte o Cala Conta. Es otro de los sitios increíbles en los que disfruté de una maravillosa puesta de sol y no me extraña que esté considerada como una de las diez playas más bellas del mundo. Está formada por varias calas de arena blanca, bañadas por aguas de color turquesa y en el horizonte puedes ver las islas de Es Bosc, Sa Conillera, Ses Bledes y S’Espartar. ¿Su único problema? Suele estar llenísima de gente, por lo que conviene madrugar para poder coger un buen sitio.

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Cala Salada

Cala Salada es la mejor opción si estás en busca de agua perfectamente limpia y cristalina. Aunque yo fui únicamente a pasar el día, al estar situada en la costa oeste es también un lugar especial para disfrutar de la puesta de sol. El sol entra iluminando toda la bahía, reflejando tonos dorados en el mar y en los acantilados. En el lado derecho, tras caminar por un breve un tramo de rocas, puedes acceder a Cala Saladeta, más pequeña pero muy bonita, que te sorprenderá con su arena fina y sus aguas turquesas.

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Cala Xarraca

Descubrí esta cala gracias a los consejos de un amigo y me enamoré de ella nada más poner los pies en la arena. Se encuentra al pie de un pequeño acantilado de tierra roja y tiene varios islotes enfrente. El paisaje es tremendamente atractivo y la costa a los alrededores ofrece muchos recovecos solitarios donde podrás pasar un rato tranquilo. A la derecha de Cala Xarraca encontrarás otra pequeña cala con casetas de pescadores.

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Playa de Ses Salines

Ses Salines es la playa de Ibiza por excelencia. Ya te imaginarás que al ser una de las más bonitas y accesibles, está llena de gente que se quiere dejar ver, e incluso te puedes encontrar con los famosos que veranean en la isla. A lo largo de la playa hay varios chiringuitos que crean ambientes muy agradables y, al caer la noche, serás testigo de los esfuerzos de las discotecas locales por hacerse publicidad; si todo esto suena demasiado intenso para ti, te sugiero que andes por la playa en dirección a Es Cavallet, hacia la torre defensiva de Ses Portes. En el camino encontrarás pequeñas e íntimas calas que, con un poco de suerte, podrías tener para ti solo.

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Port de Portinatx

Esta cala estaba apenas a cinco minutos de mi alojamiento, asi es que durante mi estancia en Ibiza era casi mi cala privada. A pesar de que está en una de las zonas más turísticas, el Port de Portinatx está algo alejada y es muy poca la gente que llega hasta aquí. Mi recomendación es que una vez que alcances la playita del puerto, sigas andado por el lado derecho hasta llegar a una pequeña calita de piedra con agua cristalina. Tanto su orilla como sus fondos son de arena blanca y fina. ¡Es una maravilla!

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Es Jondal

A diferencia de los puntos anteriores, Es Jondal es un playa amplia de piedras redondas pulidas por las olas del mar. No te preocupes, una vez dentro del mar las piedras desaparecen y son sustituidas por un fondo de arena suave. Los chiringuitos y beach clubs a la orilla de la playa ofrecen algo para todos los gustos y cuentan con pasarelas para acceder al mar. Es Jondal es una playita a la que rara vez llegan las multitudes.

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Sa Caleta

Descubrí esta atractiva calita de pescadores casi por casualidad mientras exploraba los alrededores del Poblado Fenicio de Sa Caleta (que data del siglo VIII AC). Sa Caleta me llamó mucho la atención porque refleja una de las postales típicas de Ibiza: rodeada de casetas varadero donde pescadores profesionales y aficionados atracan sus embarcaciones. Sus aguas son cristalinas y su fondo es de piedras, aunque acceder al agua no resulta difícil gracias a los pequeños muelles donde atracan las embarcaciones. Es el lugar perfecto para que te des un chapuzón sin que nadie ni nada te moleste.

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Cala Xuclar

Esta es una calita rodeada de pinos y cañaverales, con algunas casetas varadero a ambos lados. Aunque está muy cerca de Portinatx, Cala Xulcar es prácticamente virgen y de difícil acceso (yo la encontré por mera casualidad mientras conducía por la zona). Me encantó por su reducido tamaño y por la belleza especial que le dan las rocas que la rodean. ¡Un rincón secreto para un día relajante!

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Cala Llenya

Cala Llenya se encuentra situada al borde de un acantilado de tierra rojiza y está rodeada de un tupido bosque. Me llamó mucho la atención que, a diferencia de otras calas, es muy profunda y dispone de mucho espacio; además, la gran cantidad de arena que se acumula en la orilla me obligó a caminar un largo tramo antes de que el agua me cubriera, por lo que es que es una playa totalmente segura y sin corrientes. Ten en cuenta que los sábados, día de mercadillo en Las Dalias, habrá mucha más gente, aunque nunca la suficiente como para que el disfrute se convierta en agobio.

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Es Bol Nou

Es Bol Nou se encuentra prácticamente pegada a Sa Caleta y, más que una cala, podría considerarse una playa pequeña. Si te gusta cuidar de tu piel, prueba embadurnarte la piel y el pelo con el barro arcilloso que cubre las rocas del final de la cala. Coge agua de mar con una botella, moja la arcilla, extiendela sobre tu cuerpo y espera a que se seque antes de volver al agua. Es un baño exfoliante y tonificante que te dejará como nuevo. Yo lo probé y me encantó la experiencia.

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Playa de Ses Illetes (Formentera)

La playa de Ses Illetes, al norte de la isla de Formentera, se encuentra en una larguísima lengua de tierra situada a unos minutos en barco desde Ibiza. Está dentro del Parque Natural de Las Salinas y es una de las playas más espectaculares de España por la blancura de la arena y la pureza de sus aguas. Te sugiero que andes por la playa hacia el norte para disfrutar de las vistas más espectaculares. Si avanzas todavía más, llegarás a Es Pas, la punta norte de Formentera. Una vez ahí, estarás a pocos metros del maravilloso islote de s’Espalmador, una isla desierta con espectaculares playas de arena blanca. Aunque el islote está tan cerca que podrías estar tentado a alcanzarlo a pie, no es recomendable debido a las fuertes corrientes de la zona.