1. Estás acostumbrado a que todos los de fuera te hagan la misma pregunta…
¿Cómo no te aburres de vivir ahí? Cuando la mayoría de la gente visita San Miguel, dan muchas vueltas al centro, se compran su elote y, si ya es tarde, su hamburguesa. Muchos creen que San Miguel se agota después de unos tequilas y unas cuantas vueltas al centro, y que al Pueblo Mágico se le acaba lo mágico con la cruda del día siguiente. Te preguntan cómo, siendo tan jóven, puedes soportar vivir en un lugar donde no hay nada que hacer, tú los miras en silencio y, con una ligera sonrisa, piensas en un lejano infierno llamado el “hoy no circula”.