Porque quien bien quiere, tarde olvida.
Que la paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces…
El que espera desespera, es cierto, pero tú sabes que a camino largo, paso corto.
Siéntate en la puerta y verás pasar el cadáver de tu enemigo…
Y entonces sí podrás gritar victorioso: ¡A rey muerto, rey puesto!
Mira que donde hubo fuego, cenizas quedan…
Y que más vale estar solo que mal acompañado.
Pero ahora ya lo sabes: No hay mal que por bien no venga y lo que no te mata, te hace más fuerte.
La necesidad tiene cara de hereje y errare humanum est.
O hayas afirmado que no ibas a tropezar dos veces con la misma piedra…
Y de que nunca falta un roto para un descosido.
No hay rosa sin espinas.
Baila y bebe, que la vida es breve.
¡El amor con amor se paga!
Y si quieres ser verdaderamente feliz recuerda dos cosas: Ni en la cama ni en la mesa es útil la vergüenza. Y el amor es ciego… pero los vecinos no. 