Imagen: Rodrigo Macías
1. No necesitas perder tu dinero para viajar.
Nadie te va dar visa, pasaporte, cuota del programa, etcétera, sin que sueltes algunos pesos, pero el salario que recibas a cambio de tu trabajo te ayudará a recuperar tu inversión. Capaz y hasta te sobra para comprarte tu ropita y regresar cool a la uni.
2. Puedes ser amigo de personas ridículamente diferentes a ti.
Al estar enclaustrado en el campamento por tanto tiempo, involuntariamente haces amistad (y de la verdadera) con tipos de personas con quienes no estabas acostumbrado a convivir en tu país de origen. Esto le da una buena mochada a tu lista de prejuicios obsoletos que trajiste de casa.