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10 cosas que le pasan a un mexicano cuando regresa a México

by Luis Daniel Zubillaga 13 Apr 2017

1. Siete de pastor con todo por favor.

A pesar del jet lag, de la contractura de cuello y de las piernas dormidas, vas por unos tacos. En el peor de los casos, te duermes un rato y después vas por unos tacos, o, en su defecto, vas por algún otro antojito mexicano.

 

2. Reafirma su amor por México.

México es melodramático, no nos gustan la medias tintas, es con chile o sin chile, punto. Los mexicanos amamos, odiamos, extrañamos y a veces quisiéramos olvidarnos de nuestro país; sin embargo, cuando regresamos nuestra felicidad es siempre infinita.

 

3. Y después se queja de México.

Aunque no nos guste aceptarlo, nos gusta quejarnos de todo. No me crean pero por ahí escuché que incluso el Consejo Nacional del Deporte (CONADE) ya está evaluando la posibilidad de incluir a ‘la queja’ dentro de los deportes nacionales.  

 

4. Recuerda que es alquimista.

Nuestra habilidad para transformar el sentido del lenguaje o para darle diversos significados a una sola palabra, por desgracia, no es aplicable en otros países. Estaría ‘chingón’ que así fuera. Que digo chingón, sería una chingonería más que chingona.

 

5. Se pone al día con los amigos.

Ir a tomar un mezcalito o una chela, mientras le cuentas a tus amigos tus experiencias, es una de las actividades más fregonas del regreso.

 

6. Y realiza la visita obligada su mamá y a su abuela.

Las mamás y las abuelas son la institución más respetada y querida de nuestro país. Visitarlas es importante; y ¿cómo quejarse? Se dice que hasta el día de hoy no se ha encontrado a una sola persona que desprecie los chilaquiles de la tan respetada institución.   

 

7. Recuerda que es filósofo.

Aunque los existencialistas alemanes lo han intentado, la gente en el extranjero sigue sin entender nuestro ‘ahorita’. En México todos tenemos algo de filósofos, pero solo hasta que salimos de nuestro país nos damos cuenta de ello.  

 

8. Y que también le sabe a la metafísica.

Primero recuerdas que eres filósofo; después te acuerdas que también tienes conocimientos sobre metafísica. Términos como el ‘tantito’, ‘chiquito’ o ‘cerquita’, son al parecer conceptos aún incomprensibles para el resto del mundo.

 

9. Y que tiene una memoria privilegiada.

Al llegar a México los hombres recordamos el nombre de los demás hombres que son más o menos de nuestra edad, o que son conocidos, el cual es siempre el mismo: ‘güey’.

 

10. Se da cuenta de que cambió.

En realidad este punto es aplicable a cualquier individuo que regrese a su país de origen después de estar fuera por un tiempo. Viajar es una de las mejores escuelas de vida. Cuando viajas el aprendizaje es muchas veces sutil, a veces no se nota, sin embargo cuando regresas te das cuenta que ya no eres el mismo.