1. SENTIRTE UN PIPOPE DIFERENTE
Conoces gente diferente, haces nuevos amigos y en algún punto sale a la conversación que eres de Puebla y te sueltan el típico – Eres bien chido, ni pareces poblano – A pesar de toda la mala fama, sí existimos los poblanos chingones, que no somos fresas y sí somos buenos amigos. En resumen, una verdadera pieza poblana perfecta.