1. Entren que caben 100.
Hay una canción de salsa que dice “entren que caben 100” y parece que los panameños han tomado esta frase como filosofía de vida. Siempre hay espacio para un invitado más. Da igual si hay que sentarse en el suelo, dormir en el portal de una casa, o ir en el maletero de un coche. Lo importante no es la comodidad, sino el compartir con los familiares y amigos, e incluso con extraños. Tanto el anfitrión como el huésped así lo entienden, así que no hay ningún problema con solicitar un trozo de suelo donde dormir o sugerir que alguien venga a pasar Nochevieja a casa aunque tenga que cenar de pie.