1. Frustración por no poder pagar en pesos.
Los grandes ahorros que hiciste por años en México no valen nada cuando cambias de moneda. Cada vez que compras algo multiplicas tus gastos por veinticinco, veinte, diez… lo que sea, el caso es que siempre multiplicas, y te vas de espaldas sólo con hacer el súper de la semana. Ahora tienes una razón más para entender por qué a los extranjeros les encanta irse de vacaciones a nuestro país.