1. Pasar una noche toledana
¿Es imposible dormir en Toledo? Eso es lo que parece sugerir esta expresión que usamos para referirnos a las malas noches, a esas en las que damos vueltas en la cama sin conseguir pegar ojo. Su origen no está del todo claro: la teoría más extendida es la que relaciona la expresión con la Jornada del Foso de Toledo, cuando el gobernador Amrús-al Lleridi, en el siglo IX, invitó a la nobleza de la ciudad a una cena en su palacio… y los decapitó a todos para vengar la muerte de su hijo. No obstante, esta historia parece carecer de base histórica real. Otra teoría menos extendida pero más plausible es la que culpa a los mosquitos: es la que cuenta Sebastián de Covarrubias (toledano, así que enterado del tema) en su Tesoro de la lengua castellana: «Noche toledana, la que se pasa de claro en claro, sin dormir, porque los mosquitos persiguen a los forasteros, que no están prevenidos de remedios como los demás».