La épica saga de Star Wars sucede en una galaxia ficticia de nombre desconocido, en la que aparecen muchos planetas y satélites exóticos que son, en realidad, maravillosos paisajes de nuestro querido planeta Tierra. Aunque claro que, vistos en las películas, parecen ser escenarios creados por la mente más fantasiosa. En México contamos con lugares bellísimos y muy alienígenas que bien podrían formar parte de alguno de los episodios de la Guerra de las Galaxias. Te presento diez lugares que, aunque pareciera que pertenecen a “una galaxia muy muy lejana”, están aquí, a la vuelta de la esquina.
10 lugares de México dignos de ser escenarios de Star Wars
La Sima de las Cotorras (Chiapas)
La Sima de Las Cotorras, ubicada en el municipio de Ocozocoautla, en la Región Centro de Chiapas, es un hundimiento de la tierra que se abre al exterior por una boca de una profundidad aproximada de 140 metros y un diámetro de 160 metros. Al fondo se ve una selva perdida y exuberante que contrasta con el entorno más reseco. Su nombre se debe a quienes son sus más ruidosos habitantes: Varios cientos de inquietas y gritonas cotorras que efectúan graciosos vuelos en espiral para salir a la superficie. Sobre la pared hay pinturas rupestres, entre las que destacan las huellas de manos pintadas en colores rojo y negro. La mayoría de los árboles en el interior miden hasta 30 metros y son especies que no se encuentran fuera de la sima. ¡Cien por ciento fotogénico!
El Cenote Dos Ojos (Quintana Roo)
Se encuentra al norte de Tulum, en la Riviera Maya. Es una hermosa cueva inundada, que se empezó a explorar en 1987, en la que se han descubierto más de 67 kilómetros de rutas subterráneas. Su profundidad máxima es de aproximadamente 120 metros. ¿Te imaginas a Darth Vader buceando en las aguas frescas del cenote?
Las ruinas de San Juan Parangaricutiro (Michoacán)
San Juan Parangaricutiro fue una población del estado de Michoacán en la República Mexicana, que quedó sepultada bajo la lava tras la erupción del volcán Paricutín en 1943. Sus habitantes, que afortunadamente lograron sobrevivir casi en su totalidad a este desastre natural, abandonaron el área afectada, para así llegar a la ex hacienda Los Conejos, donde reconstruyeron el poblado y conformaron nuevamente el municipio que hoy en día es conocido como Nuevo San Juan Parangaricutiro.
Hierve el Agua (Oaxaca)
Ubicada en el Valle de Mitla, México, esta cascada petrificada es única en América Latina. Fíjate en la espectacularidad de los colores del paisaje, donde al verde de la montaña se le suman las tonalidades de los minerales que forman la catarata (carbonato de sodio y magnesio, con vetas de azufre). El plus de la catarata petrificada es que también se puede disfrutar de las piscinas naturales en lo alto de la montaña, desde donde emana el manantial, un verdadero baño al borde de un precipicio de vértigo.
El Palacio de Edward James (San Luis Potosí)
En el medio de una vegetación selvática y exuberante se erigen esta serie de construcciones oníricas, donde el millonario inglés Edward James -quien lo utilizó como lugar de descanso-, fijó varias esculturas surrealistas que parecen estar a medio terminar. El lugar está comunicado por laberintos y caminos intrincados, que parecen formar parte de un rompecabezas. Entre las composiciones sobresalen: “La escalera al cielo” y “El camino de las siete serpientes”, que representa a los siete pecados capitales. ¿Qué se te ocurre que podría suceder en estos jardines?
La Rumorosa (Baja California)
La Rumorosa, en Tecate, Baja California, es un poblado que se encuentra en la parte más alta de la ruta que une a Mexicali con Tecate. Súmale pinturas rupestres a este paisaje alucinante y tienes el escenario perfecto para una escena de Star Wars.
Cuatrociénegas (Coahuila)
¿Hace falta explicar por qué el Oasis en Cuatrociénegas, rodeado de dunas de arena blanca, es sencillamente uno de los paisajes más espectaculares y alienígenas de México?
El desierto de Sonora
Es uno de los desiertos más grandes y más calurosos del mundo. Cubre un área de 311 000 kilómetros cuadrados y cualquier cámara, de foto o de cine, amará sus atardeceres.
El Lago de Camécuaro (Michoacán)
El Parque Nacional Lago de Camécuaro está situado al este de la ciudad de Zamora de Hidalgo, en el municipio de Tangancícuaro, Michoacán. Diez hectáreas son las que rodean al lago Camécuaro, el cual se abastece por una serie de manantiales naturales. El agua cristalina, la vegetación exuberante y las media sombras serían el escenario ideal para una escena romántica.
Las Cuevas de Naica (Chihuahua)
Las Cuevas de Naica se encuentran en una mina, al sur del estado de Chihuahua y se descubrieron accidentalmente, debido a las actividades de exploración de la mina. Imposible no imaginarse una escena de Star Wars en semejante escenario…