Porque Cataluña es mucho más que la increíble Sagrada Familia, el cava, las banderas o la política. Porque Cataluña es riquísima en todo sentido y porque aquí se encuentran algunos de los lugares más bellos del país y del mundo, muchos de ellos pocos conocidos pero que bien merecen una visita. ¡Vamos a descubrir juntos estos diez lugares increíbles y casi secretos!

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Rupit y Pruït, en la comarca de Osona, Barcelona.

Uno de los pueblos catalanes más bellos y pintorescos lo encontraremos en la comarca de Osona, en Barcelona. Su puente medieval, sus callecitas empedradas, sus casas de piedra o el aroma a pan, son sólo algunos de los muchos motivos para pasar unos días en este increíble rincón que te transportará al medievo ni bien llegues. Crédito: Viajeros Callejeros

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Besalú, Girona.

A 30 kilómetros de la ciudad de Girona nos encontramos con Besalú, una de las poblaciones medievales más bellas de Cataluña. Cruzar su increíble puente de piedra es adentrarse en un bello conjunto arquitectónico que nos transportará a otra era. Crédito: Viajeros Callejeros

3

Tavertet, Girona.

Muy cerca de Rupit está Tavertet, un pequeño pueblo rodeado de bosques mediterráneos y famoso por sus increíbles vistas al Montseny, el pantano de Sau y de Susqueda.Crédito: Viajeros Callejeros

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Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio, Lleida.

Como único parque nacional de Cataluña, el Parc Nacional d’Aigüestortes i l´Estany de Sant Maurici son dos de los lugares que no puedes perderte. El contacto con su magnífica naturaleza te hará sentir más vivo que nunca.Crédito: Viajeros Callejeros

5

Tossa de Mar, Girona.

Tossa de Mar es ese tipo de lugares en los que el tiempo parece haberse detenido. Ubicado en plena Costa Brava, este es uno de sus rincones más bellos del país. Pasear por sus callecitas amuralladas, dominadas por su castillo, puede ser un plan perfecto para un día de verano. Y si todavía quieres más ¿qué tal un chapuzón en su playa?Crédito: Viajeros Callejeros

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Cala Trons, Lloret de Mar, Girona.

Encajada entre bellos acantilados y vegetación exuberante, se encuentra esta calita de arena gruesa, con un increíble fondo marino, que se ha convertido en una de las calas más tranquilas e íntimas de Lloret de Mar. Ubicada en la urbanización de La Montgoda, la mejor forma de acceder es llegando hasta aquí en coche o a través del Camino de Ronda.Crédito: Viajeros Callejeros