Imagina que la Libertad guiando al pueblo lleva otra bandera.
Pocas cosas nos gustan más que discutir sobre la lengua, o por lo menos esa es la conclusión a la que se llega con solo echar un vistazo a la sección de comentarios de cualquier artículo sobre la polémica estrella de los últimos años en materia normativa del español: ¿debe solo llevar tilde? (¡no! ¡nunca! —esta [sin tilde o acento gráfico, como prefiráis] es mi acalorada aportación al debate—).