Está muy de moda pensar en los viajes como un tamiz a través del cual las personas se convierten en la mejor versión de sí mismas. Uno se enfrenta al viaje como un simple mortal y regresa como un semidiós que “entiende cosas” y puede aleccionar a todos los demás con su recién descubierta objetividad y cultura internacional. La verdad está bastante lejos de esta fantasía esparcida por la propia comunidad viajera.
Basta con darse la vuelta por la sala común de cualquier hostal para darse cuenta que muchos de los ahí presentes no son precisamente un estuche de monerías. La comunidad viajera es diversa como cualquier otra y aunque viajando te puedes encontrar al amor de tu vida o a un grupo de amigos entrañable, también cabe la posibilidad de que te encuentres con alguno de estos personajes.
10 tipos de viajeros que no quieres encontrar en tu camino
1. El gurú
Tanto viajar lo ha iluminado. Este personaje predica un evangelio muy claro: viajar es la única forma de tener una vida plena. A pesar de toda la perspectiva que ha ganado a través de sus kilómetros recorridos, suele ser bastante intolerante y tratar con condescendencia a todos aquellos que no comulgan con su forma de ver las cosas. Puede caer bien por un rato, ya que cuenta con un buena acervo de anécdotas interesantes, pero su intensidad llega a ser abrumadora en dosis prolongadas.
2. El hardcore
La finalidad de este personaje es vivir las experiencias más “exóticas” y “auténticas” en donde quiera que se para. Es el que trata de ligarse a la chica con el nombre más extraño del hostal, el que conoció la Full Moon Party cuando apenas era luna nueva, el que un día despertó de una borrachera con un tatuaje horrible en el cuello y el que ha desayunado peyote licuado con hongos. Convivir con este personaje no sólo es agotador para el alma y el cuerpo, también te expondrá a todas y cada una de las trampas para turistas que se les crucen por el camino.
3. El maestro de economía
¿Por qué buscar un hotel si uno se puede quedar acampando en las matas junto a la playa? ¿Que no tienes tienda de acampar? Ahorita te consigue una o construye una o hace trabajo voluntario a cambio de unas varillas y unas lonas. Este tipo de viajero hará de todo —¡de todo!— para ahorrarse un centavo, aunque eso implique que el viaje tenga que ponerse en pausa por días o complique infinitamente toda la logística. Tener un compañero así puede ser interesante y puedes aprender cómo ahorrarte unos pesos de forma ingeniosa, pero no es lo más recomendable para viajes largos.
4. La parejita reciente
Mucho cuidado. Esta condición es facultativa y puede aparecer de la nada y con toda la intensidad del mundo. Incluso le puede pasar a tu mejor amig@. La primera vez que escuches a los susodichos en pleno desfogue creerás que es una situación excepcional… y ya después te irás acostumbrando.
5. El que nunca debió haber salido de su casa
Es ese personaje que siempre come en McDonald’s o algún otro tugurio igualmente malo —pero internacionalmente conocido— para evitar el terror de enfrentarse a la comida local. Se la pasa quejándose de todo lo diferente y normalmente se acercará a ti si comparten país de origen. Puede parecer mito urbano, pero les aseguro que este extraño ser existe y debe haber un ejemplar en tu hostal más cercano.
6. El viajero experimentado
Todo lo que tú has hecho, él ya lo ha hecho diez veces y en tres continentes distintos. Este personaje —que normalmente tiene su propio blog de viajes— se tomó muy a pecho el dicho ese de que es mejor coleccionar experiencias y te lo va a restregar en la cara hasta que te quede bien exfoliada. Es el típico viajero que pregona “si no has hecho tal cosa no conoces tal lugar”… y verdaderamente lo cree así. El viajero experimentado bien puede haber comenzado su camino como el viajero hardcore y con el paso de los años puede dejar el egoísmo de lado y adoptar el camino del gurú.
7. El pegoste
Te acercaste a él porque lo viste solitario en un rincón del hostal y desde entonces no te lo has podido quitar de encima. Normalmente no propone absolutamente nada y se ajustará a tus planes como calcetín unitalla. Más que un compañero de viaje, es como ir por el mundo con una maleta extra a la que hay que estar cuidando. Cabe la posibilidad de que se exprese en cuanto uno de tus planes no salga como lo esperaba, reclamándote cómo nunca lo tomas en cuenta y eres un dictador del viaje.
8. El que dejó el criterio en casa
Es el típico que va a Tailandia a sacarse la foto abrazando tigres drogados o montando elefantes. Sus viajes están más llenos de ignorancia que de malicia, pero eso no justifica que frecuentemente termine involucrado en actividades éticamente cuestionables.
9. El último en salir
Hay gente que simplemente no nació para apresurar el paso. Aunque seas el compañero de viaje más relajado del mundo, ten en cuenta que en un viaje los itinerarios pueden ser importantes y tener a una persona a la que siempre se le hace tarde puede terminar en problemas.
10. El desastre ambulante
Pasar un tiempo con este personaje empezará a hacer que creas en la existencia de la mala suerte y en la capacidad de ciertas personas para canalizarla. En realidad lo único que estás experimentando es el resultado de toda una vida de desorganización y malas decisiones. A todos se nos puede perder el pasaporte… pero cuando se te pierde el pasaporte un día antes de tomar un vuelo, que no puedes cancelar porque tenías la clave de reservación en tu teléfono que se cayó al agua la noche anterior y la aerolínea —extrañamente— no encuentra tu nombre en la lista de pasajeros, algo estás haciendo mal. 