1. Viajar es antidepresivo
Si te has ido de viaje alguna vez probablemente ya lo sepas, pero tiene una explicación biológica. Esto se debe a que sube el nivel de serotonina y dopamina, neurotransmisores relacionados con la felicidad, y por lo tanto aumenta las emociones positivas.
2. Elimina prejuicios
Favorece la tolerancia y el respeto hacia otras culturas. Vamos, que cura el racismo. Cuando vas a otros países con la mente abierta te das cuenta de que hay muchas formas de vivir y que todas son válidas. También entiendes el origen de mucha inmigración, personas que simplemente buscan un futuro mejor, o rituales que tienen ciertas culturas.