1. Conoces mil y un formas en las que el clima puede afectar tu cuerpo.
Y es que pareciera que el clima es un tema que los abuelos conocen muy bien, pues con mucha frecuencia le atribuyen el dolor de alguna parte del cuerpo ya sea al frío, al calor, a un chiflón o a la lluvia. ¿Te duele la cabeza? ¡Debe ser por el calorón que está haciendo!
2. Sabes que las cosas que te regalan los abuelos son sagradas.
Si te regalan algo, ¡es para que lo uses! Eso aplica para las chambritas, los suéteres, los aretitos, la esclava de oro con tu nombre… lo que sea. Cuando se te olvida hacer uso de tan preciadas prendas, siempre te van a preguntar por ellas. Pero cuando les das gusto, casi te hacen pasar al frente para presumir lo lindo que te ves.