1. Tuteás hasta al Papa -que justo es argentino, así que no importa-.
Saludás con un beso hasta al mozo del restaurante y terminás cualquier correo, ya sea de trabajo, de pésame, de amor o de pelea con un «te mando un beso grande».
2. Si un auto estacionado tiene una botella de plástico sobre el techo sabés que…
¡Se vende! Nadie supo explicarme de dónde viene esta costumbre insólita, tan arraigada como el asado de los domingos. Tanto que para mí, que llevo algunos años expatriada, Argentina ES un torino rojo con una botella de lavandina en el techo.