1. Te sorprende lo real que se ve.
Sabes que la Lucha Libre es falsa, pero…imagínate estar sentada junto al ring y ver como un hombre en mallones de lycra se cae en la cabeza a su oponente. Eso sí que debe de doler, coreografiado o no. Quizá hasta te toque ver al “médico” llegar con una camilla para llevarse al luchador lastimado.
2. Esperabas que solo fuera popular con los niños.
La Lucha Libre es solo para los niños, ¿verdad? ¡Estás equivocado! Vete a la Arena México un viernes a la noche y podrás comprobar que está llena de adultos, muchos de ellos aún vestidos con sus trajes de oficina. La Lucha Libre se ha vuelto algo chido para hacer un viernes por la noche. ¿Acaso hay algo más relajante después de una semana pesada que ver pelear a hombres en mallones de colores mientras te tomas unas chelas con tus amigos?.