Escribís tus sueños desde los 10 años.
Y no solo eso: hacés interpretaciones de las que estás bastante orgulloso/a. Una amiga puede estar contándote que soñó que su ex bailaba un tango con una nena de 5 años y para vos va a ser incomprensible que ella no entienda A QUIÉN REPRESENTA ESA NENA.
No, no estudiaste en profundidad el método de interpretación de los sueños de Freud, pero no importa. La forma que tenemos quienes fuimos criados/as por madres psicólogas no es la de un terapeuta, sino la de alguien que fue encontrándose con ese saber de forma fragmentada, espolvoreada en la sopa, y lo absorbió sin racionalizarlo.