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10 superpoderes panameños que al resto del mundo le gustaría tener

Panama
by Natalie Jurado 1 Jun 2018

Los panameños somos alegres, fiesteros y capaces de salir adelante ante situaciones adversas, para lo cual hemos desarrollado algunos superpoderes que nos identifican. He aquí algunos de ellos:

1. Manipulación temporal

Los panameños tenemos el poder de manipular el paso del tiempo (o eso creemos) cuando decimos, por ejemplo, «no te preocupes, ya voy por Chorrera» y aún no hemos ni salido de casa.

2. Inversión de palabras

Porque los panameños sabemos que las palabras pueden sonar bien al derecho y al revés, hemos desarrollado el superpoder de crear palabras nuevas a partir de la inversión de sus sílabas. Por ejemplo, hablamos de la llesca en lugar de la calle, decimos «¿qué xopá?» en vez de «¿qué pasó?», cambiamos el pelao* por laopé o metemos algún is o un on en nuestras conversaciones.

* pelao / pelaa = muchacho, chico, chaval.

3. Aguante guerrero

Los panameños venimos con el gen del aguante incorporado para soportar los tranques descomunales que nos toca vivir todos los días o para no matar* al taxista que te dice «no voy pa’llá» cuando llevas 30 minutos bajo la lluvia tratando de conseguir un taxi. Resistir esto no puede ser más un superpoder, y uno de los más extraordinarios.

* En sentido figurado

4. Lengua billeterismo

Este es un superpoder que nos permite enterarnos de todo el acontecer vecinal, local, regional y nacional y tomarnos la libertad de transmitir la información a diestra y siniestra, metiéndole «nuestra propia sazón».

5. Fritangosis

Lo admito, no es de nuestras cualidades más saludables, pero los panameños tenemos el poder de preparar alimentos deliciosos con solo pasarlos por aceite caliente: patacones, carimañolas, hojaldres, torrejitas, almojábanos, tortillas, pescado y consumir esto todos los días sin morir.

6. Pariseísmo

Este es el superpoder de la parranda, de la fiesta, de la party y lo desarrollamos desde muy pequeñitos. Nos permite disfrutar al máximo de las fiestas, celebrar todo lo que se pueda celebrar o crear una fiesta donde sólo había dos amigos reunidos. Esta también es la habilidad que nos permite aguantar los cuatro días de carnaval sin dormir (o durmiendo muuuuy poquito).

7. La multiplicación de las camas

Este superpoder está muy relacionado con el anterior y es que en carnavales, patronales o cualquier fiesta grande, los panameños hemos desarrollado la extraña habilidad de convertir en cama cualquier espacio que quede libre al cerrar la puerta de la casa —o incluso fuera de ella si hace falta—. Es que es rico tener a toda la familia reunida (y a sus amigos de ñapa). Entren, entren, que caben 100.

8. Estiramiento billeticio

Con lo cara que está la canasta básica y la vida en general en Panamá, los panameños nos hemos visto en la necesidad de desarrollar un superpoder con nombre propio, que nos permita estirar, estirar y estirar el cheque para poder comer, pagar deudas y, por qué no, también parisear.

9. Amnesia quinquenial

Es la capacidad que tenemos los panameños de votar una y otra y otra vez por los mismos políticos que poco hacen por el bienestar del país pero que están allí puntuales para abrazar, besar y dar regalos al electorado en tiempo de campaña.

10. Juegavivismo

Este es un superpoder destructivo que lamentablemente padecen muchos panameños y consiste en considerarse más importante que los demás o que su tiempo es más valioso que el de los otros. Algunos ejemplos de esto son:

  • pensar «yo no voy a ser tan pendejo de ir en la fila, mejor me meto por el hombro y me paso a toda esta gente», mientras está en el tranque,
  • colarse a la primera oportunidad mientras está en una fila o
  • estacionar el carro en los lugares más impensables con tal de quedar al lado de la puerta.

Lo triste de este superpoder es que los que lo ostentan no solo afectan a quienes tienen a su alrededor, sino que se sienten orgullosos de lo que hacen.