1.
Pagar con tarjeta de crédito absolutamente todo, hasta un chicle. El dinero en efectivo es marciano en Islandia.
2.
Estar en calcetines en todos sitios. Hasta en el supermercado es posible ir a comprar descalzo, y no te miran como a un hippy colgao. Eso sí, repasa los agujeros siempre.
3.
Los aparcamientos para carritos de bebés en las superficies comerciales y edificios burocráticos. ¿Quién en España dejaría a su bebé en la calle con total tranquilidad?