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11 frases que sólo los oaxaqueños entendemos

Estado de Oaxaca
by Alejandra López 30 Mar 2016

1. ¡Que parió!

En realidad no parió nadie, o por lo menos nadie conocido. Esta es una expresión de sorpresa, molestia o desconcierto que usamos mucho en la ciudad de Oaxaca. Para agregar énfasis a algún asunto, también puedes utilizar ¡Que lo re parió!

 

2. Tengo ganas de un piedrazo.

No, no se trata de masoquismo ni nada parecido. Son las simples ganas de probar uno de los antojitos más típicos que se venden afuera de cada escuela.

 

3. Eres como el quesillo.

No, no quiere decir que seas delicioso y que seas el relleno perfecto de toda quesadilla… Más bien eres medio complicado y acabas enredado en medio de la situación más sencilla.

 

4. Andas bien acedo…

¡O sea que un buen baño no te caería nada mal!

 

5. ¡Vamos a la Vela! 

Pero no a una vela de las que alumbran ni a pasear en un velero, hablamos de la vela muxe. La vela es una fiesta nocturna tradicional zapoteca y los muxes (personas del sexo masculino que asumen un rol femenino en la sociedad) tienen su propia fiesta, donde son protagonistas y organizadores. En Juchitán la comunidad muxe es muy respetada y para las madres es un honor tener un hijo muxe.

 

6. Tienes todo hecho un chilaque.

No, nadie dijo chilaquiles, aunque suena bastante parecido. Un chilaque es un desorden, un completo desmadre. Es una frase que las mamás oaxaqueñas usan mucho cuando entran en tu cuarto.

 

7. Estás bien tlayudón.

Aunque no lo parezca, esto es un halago. Lo usamos para referirnos una persona grande, maciza… de gran fortaleza física, pues. La expresión hace alusión a la tortilla gigante a la que llamamos tlayuda, por resistente y aguantadora.

 

8. Sí, pues… No, pues… Oh, pues.  

Puede sonar muy común, pero esta es nuestra muletilla por excelencia y puede agarrar en curva a todo el que no esté acostumbrado a la sobreexplotación de esta palabra. El tonito con el que lo decimos es único y encaja después de cualquier cosa, pues. ¿Ya ves, pues?

 

9. ¿Me das UN permiso?

No nos referimos a pedirle permiso a nuestros papás para salir exclusivamente una vez o solamente por esta noche. Usamos esta expresión para pedir permiso de pasar… quién sabe en qué momento se coló ese “un” a la mitad de la oración, ¡pero termina confundiendo a todos!

 

10. Estás bien muchito.

¿Que qué? Que no cunda el pánico, el muchito es una expresión de cariño para referirnos a los niños, como cuando preguntamos “¿De quién es hijo ese muchito?”

 

11. Ya está aposcahuado.

O sea que se echó a perder, que ya valió, pues. 

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