1. ¿Qué más, vecino?
No estás pidiendo verduras en la tienda de tu barrio, así que te sorprenderá que esto sea lo primero que un colombiano diga al verte. Conociéndote, español, responderás con un inevitable “¿qué más qué?” con el ceño fruncido. Además, ¡quien lo dijo no es tu vecino ni de lejos! No sufras, tenemos la traducción perfecta: ¿qué te parece un “qué tal, tío”?