3. Por su altitud y su lejanía de la costa, el clima raras veces es refrescante o templado. Prefieres no ver nunca la nieve a tener que renunciar al entretiempo.
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4. Puede que sea una ciudad gloriosa, como muestra el equipo de fútbol sala Caja Segovia, que hasta fue campeón del mundo en el 2000. Pero ahora todo es pasado.
6. Y para colmo, lo único que se les ocurre a los segovianos cuando quieren celebrar una carrera ciclista es que el campeón sea aquel que llega más lejos pero sin dar pedales. ¿Estamos locos?
7. Incluso Perico Delgado, campeón del Tour de Francia, participa en la loca carrera del pavo siempre que puede. ¿Qué manera de promocionar el buen arte del ciclismo es esa?
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10. Te emocionas cuando te hablan sobre el ponche segoviano pensando en pillarte una buena cogorza. Y la decepción es enorme cuando descubres que no es una bebida sino un pastelazo bien dulce.
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11. Menos mal que rodeada como está por ciudades claramente más “bonitas” como Valladolid, Burgos o Madrid, ¿quién querría pasar en Segovia unos días? Una locura…
