1. Te acuerdas cuando no sabías que era el mezcal…
Aunque ahora pienses que eres todo un experto, te apuesto a que la primera vez que le entraste a un buen mezcal, no tenías ni la menor idea de lo que te estabas tomando. Seguramente lo acompañaste de naranja, limón, sal de gusano o cualquier otro invento que hiciera que te supiera a todo, menos a mezcal.