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12 cosas que debes de saber antes de hacerte amigo de un <em>granaíno</em>

Granada
by La Cosmopolilla 7 Mar 2018

1. Tenemos un lenguaje propio.

No, no es una variante del dialecto andaluz. Son palabras genuinas. No te preocupes si no entiendes “ni papa” al principio. Poco a poco irás aprendiendo el significado de “inhortao”, “enhoclao”, “farfollas”, “calamonazo”, “buhero”, “chispitilla”, “folleta”, “repullo” entre otras muchas, y las usarás como si fueran propias.

2. Saludará a su vecino de toda la vida con un gesto.

Ni buenos días, ni cómo estás, ni un apretón de manos. Cuando se cruce con un conocido lo mirará de reojo y alzará la barbilla. No te asustes si te dice que es su vecino del 5º.

3. Somos andaluces pero no graciosos.

Salero los de Málaga. Gracia los de Cádiz y Sevilla. No esperes que tu amigo se arranque a contar chistes como si no hubiera un mañana. Lo más probable es que se ofenda si se lo insinúas. En Granada se estila la “malafollá”.

4. No se está riendo de ti.

Frases irónicas de humor negro e inteligente. La “malafollá” es un carácter, una forma de ser que al principio cuesta comprender. No se está metiendo contigo, o sí, pero desde el cariño. Bienvenido a la familia.

5. No todos bailamos flamenco.

Ni sevillanas, ni tocamos la guitarra a lo Morente. De hecho, si le pides a tu amigo que te lleve a las cuevas del Sacromonte o los tablaos del Albaycín te dirá que eso es para guiris.

6. La cultura de las tapas es religión.

A la hora del vermut, a mediodía, a media tarde o por la noche. El granaíno vive en los bares. A ritmo de cañas y tapas arreglaréis el mundo. No te preocupes, no engordarás. Luego se quema a base de subir y bajar cuestas, del mirador de San Nicolás a la cuesta de los Chinos.

7. Prepárate para una buena juerga.

Si quieres ser amigo de un granaíno tendrás que seguir el ritmo. Recorrerás todos los pubs de Pedro Antonio y terminarás de madrugá comiendo un shawarman. Necesitarás tres días para recuperarte de la resaca pero habrá sido una noche inolvidable.

8. No le pidas explicaciones si va a hacer “un mandao”.

No insistas. Si te dice que se ausenta un rato para hacer “un mandao” es que no es asunto tuyo.

9. Pesimistas pero con humor.

Sí, los granaínos nos quejamos por todo. Que se nos tiene abandonados. Que la autovía llegó la última y, el AVE, algún día no muy lejano. El granaíno es de mucho hablar y poco hacer. Pesimistas en la superficie, en el fondo nos tomamos la vida con cachondeo, sentenciando con un “qué se le va a hacer”. Aprovecha para quejarte también de lo tuyo.

10. Fuimos los primeros indies.

Sí, la movida madrileña estuvo muy bien. El rock punk de Galicia, también. Pero no rebatas a un granaíno sobre el nacimiento del indie en España. Aprenderás a amar su música, que Los Planetas son Dios e irás a más conciertos alternativos que nunca.

11. Aunque no seamos creyentes, la Semana Santa es sagrada.

Puede que no tenga sentido, pero aunque tu amigo sólo pise la iglesia en bodas o entierros, y por compromiso, le verás emocionarse con la Virgen de las Angustias o al paso del Cristo de los Gitanos de Madrugá.

12. Granada es la ciudad más “bonica” del mundo.

Aunque en Sevilla la lluvia sea una maravilla, Córdoba tenga su mezquita y Madrid la Cibeles. Da igual. Granada tiene La Alhambra y no trates de discutirlo, nunca.