1. Ver las pirámides de Teotihuacan desde la perspectiva de un águila.
Verás a las Pirámides del Sol y de la Luna como nunca antes. Vale mucho la pena madrugar para hacer este viaje por los cielos de Teotihuacan al amanecer. La mayoría de los turistas que van a la capital del país hacen un viaje de 30 minutos a este sitio arqueológico que tiene más de 1.800 añitos, pero ¿cuántos pueden decir que han volado por sus cielos en un globo gigante?
2. Bucear en un mundo etéreo bajo el mar de Isla Mujeres.
El Caribe mexicano no solo tiene el segundo más grande arrecife en el mundo (después de La Gran Barrera de Coral Australiana), sino que también es hogar de un museo submarino: MUSA. Perfecto para bucear por sus aguas cristalinas entre las misteriosas figuras paradas al fondo del mar y con la mirada hacia arriba. Incluso hay un Volkswagen (mejor conocido como vocho) tapizado con coloridos peces.
3. Explorar el hogar de los lacandones del norte.
El estado tropical de Chiapas es hogar de los lacandones del norte, un grupo maya que aún mantiene fuertemente muchas de sus tradiciones precolombinas. Haz una visita con un guía a través de la Selva Lacandona y súbete a una lancha para conocer el hermoso lago de Metzabok.
4. Recorrer las Barrancas del Cobre por tren.
El paseo a través de las Barrancas del Cobre probablemente será uno de los viajes en tren más impresionantes que tomarás en tu vida. Es uno de los más grandes grupos de cañones en el mundo — te adentra en las altas montañas y profundos barrancos de esta región del norte de México. Bájate en las diferentes paradas a explorar los pequeños pueblos indígenas que florecen a lo largo de las vías.
5. Nadar con los gentiles gigantes del mar en Cancún.
Durante los meses de verano, cuando el mar es rico en plancton, los tiburones ballena se reúnen al norte de Isla Mujeres, frente a las costas de Cancún. No necesitas saber bucear para nadar con estos enormes mamíferos que se mueven por el agua sin esfuerzo. ¡Sólo métete al agua!
6. Ver más de Los Cabos en cuatrimotor.
Explora los hermosos paisajes menos conocidos de Los Cabos a bordo de un vehículo todo terreno. Ponte a prueba en zonas de difícil acceso, para así poder llegar a las playas más aisladas de la zona.
7. Dar una vuelta por los rápidos de Veracruz.
Haz rafting en las aguas bravas de Veracruz, que está a la altura de las rutas más épicas del mundo. Las caídas empinadas y los pasajes estrechos hacen de esta una experiencia desafiante y decididamente badass.
8. Sentir que eres de los primeros exploradores en Chiapas.
Accesible únicamente por lancha, Yaxchilan te hace sentir como Indiana Jones. Empiezas tu aventura bajando al río Usumacinta antes de desembarcar para explorar esta ciudad maya en medio de la selva, con ceibas tan altas que puedes trepar desde el interior de sus raíces. Los monos aulladores rugen a tu alrededor, dándoles a las ruinas de una atmósfera cautivante.
9. Escalar un estratovolcán a las afueras de la Ciudad de México.
A tan sólo 80 kilómetros al oeste de la Ciudad de México, con su cumbre a casi 5 kilómetros de altura, el Nevado de Toluca está frecuentemente cubierto de nieve, y la escalada hacia la cima puede ser bastante intensa. Sin embargo, tu esfuerzo es recompensado a cada paso con las vistas de montañas y los lagos que te rodean a lo lejos.
10. Explorar las cavernas y aguas termales de Tolantongo.
Cavernas decoradas, cascadas poderosas, aguas termales naturales y un sistema fluvial azul brillante, hacen de el resort de Tolantongo, en el estado de Hidalgo, un hermoso lugar para visitar.
Puedes relajarte en las aguas que alcanzan temperaturas de hasta 39 grados, o explorar las grutas cubiertas de estalactitas y estalagmitas. Para más aventura, tírate de la tirolesa sobre el agua o alquila una tienda de campaña y acampa durante la noche.
11. Revolotear en una flyboard sobre el océano, en Puerto Vallarta.
Los que siempre hemos soñado con recrear esa escena de Regreso al Futuro II debemos ir a Puerto Vallarta. Equilibrarte en el aire por encima del mar, impulsado por chorros de agua a presión…¡Sentirás que realmente estás volando!
12. Hacer rappel en las cascadas de Cuetzalan.
A menos de 5 kilómetros del Pueblo Mágico Cuetzalan, en Puebla, haz una caminata hacia la cascada El Salto para ponerte el arnés y hacer rappel por sus 23 metros de altura.