1. La chica peruana que te hospeda por una noche
Te recibe hablando en inglés con marcado acento americano y te ofrece un jugo de mandarina o algo fresco para tomar. Es divina, inteligente, graciosa, y cuando te despiertas a la mañana siguiente, te ha preparado un licuado de banana y frutillas que jamás olvidarás.
2. La bella y solitaria muchacha que espera a tu lado en la estación de bus
Si tienes el coraje suficiente, te acercas y empiezas a hablarle. Por supuesto que lo tienes. ¿Acaso no eres un viajero de verdad? Probablemente luego se sienta a tu lado en el bus desde Porto a Lisboa. Y en ese trayecto descubres que es de Rumania, miran juntos la película “Equilibrium” en su computadora, y hasta quizás compartan un sándwich frango en una de las paradas a medio camino.