1. Sabes que hay chalecos y chalecos sin mangas.
En Sevilla hay vocabulario propio, y por eso lo que para todos los demás es un jersey para nosotros es un chaleco. Y lo que todos conocen como chaleco, pues aquí es chaleco sin mangas. Tampoco llamaste nunca zapatillas a lo que para ti son botines, y sinceramente… ¿no es más sencillo decir calzonas que “pantalón corto para hacer deporte”? Un poco de sensatez y de economía lingüística.