El drenaje.
Mientras en la Europa del siglo XVI la gente arrojaba sus desechos por las ventanas -lo cual causó terribles pestes-, en Tenochtitlan el drenaje era subterráneo. Había baños públicos y los desechos eran utilizados como composta en las famosas chinampas, islas artificiales que producían dos veces más cultivos que los sembradíos en tierra.