Ah, las reglas del español, ese pozo sin fondo que nunca conoceremos bien del todo. Por mucho que leas, por mucho que escribas con la certeza de hacerlo todo bien, por mucho que te llamen la atención errores en textos que pasan desapercibidos al resto del mundo, siempre habrá algo que todavía no sepas. Lo típico que descubres un día y te entra un pequeño escalofrío al darte cuenta de que llevas toda tu vida haciéndolo mal. Estas son algunas de las normas menos conocidas:
1. En aun así, aun no se acentúa
Tenemos en el diccionario dos formas de escribir esta palabra, aún y aun, pero parece que es la primera la que más ha calado en nuestros cerebros borrando la existencia de la segunda. ¿Cuándo no lleva tilde? Cuando significa ‘incluso’ o ‘hasta’. Es decir, en expresiones como aun cuando o aun así, cuando significa ‘a pesar de eso’. Si ese aún es ‘todavía’, como en cuando llegué todo seguía aún así, como lo había dejado, ese aún sí lleva tilde.
2. Hay raya, signo menos y guion
Y son tres signos distintos con tamaños diferentes. La raya es el más largo y sirve para, por ejemplo, crear incisos —como este—. Va siempre pegada a lo que rodea, como los paréntesis o signos de interrogación. El siguiente por tamaño es el signo menos, –, la mitad de largo que la raya (y el doble que el guion). Se usa, como su propio nombre indica, para restar o para indicar números negativos: estamos a –3 grados. Y, por último, está el guion, el más fácil de encontrar en el teclado y por lo tanto el más usado cuando deberíamos usar alguno de los otros dos. Sirve para, por ejemplo, compuestos tipo teórico-práctico o Castilla-La Mancha y para indicar intervalos (páginas 3-5).
3. Mejor extravertido que extrovertido
Al menos de momento, eso es lo que dice la RAE. Y aunque suene muy raro, en realidad tiene sentido: la preposición latina es extra, no *extro, y si hemos empezado a decir extrovertido es por influjo de introvertido (aquí sí, la preposición es intro). En el Diccionario panhispánico de dudas la RAE admite que la forma más usada es extrovertido, pero recomienda extravertido en el habla culta.
4. No solo ha desaparecido la tilde de solo
Tampoco se pone ya nunca (¡nunca!) la tilde a la o entre números (seríamos 20 o 30, no 20 ó 30) ni a los pronombres demostrativos este, esta. Nunca. Es muy fácil, solo tienes que olvidarlos. Aprovecho para recordar que esto no solo no lleva tilde ahora, sino que nunca la llevó.
5. Las siglas no llevan una ese para marcar el plural
Es decir: no sé qué hacer con todos esos CD. No *CDs. Y así para todo.
6. Punto y seguido, punto y aparte, pero punto final
Esto os puede ser útil si estáis dictando un texto a alguien y queréis quedar muy bien. Está muy extendido decir punto y final por analogía con los otros puntos, pero no: es punto final. Sin y.
7. Las comillas preferidas en español son las latinas «», no las altas “” y desde luego no las simples ‘’
Las altas se usan solo si tenemos que entrecomillar algo dentro de un texto ya entrecomillado: «Me dijo: “no te entiendo”». Las simples úsalas solo cuando ya hayas usado las otras («Me dijo: “no te entiendo cuando dices ‘me aburro’”») o para enmarcar significados: cefalea significa ‘dolor de cabeza’ (es el ejemplo de la RAE).
8. Y los puntos van SIEMPRE fuera de las comillas
También las comas. A veces se ponen dentro por influencia del inglés americano, donde colocan los signos de puntuación siempre dentro (el inglés británico los sitúa fuera), pero la norma del español no es así.
9. Las abreviaturas llevan punto, los símbolos no
¿Qué son los símbolos? Según la RAE, «representación gráfica invariable de un concepto de carácter científico o técnico, constituida por una o más letras u otros signos no alfabetizables, que goza de difusión internacional, y que, a diferencia de la abreviatura, no se escribe con punto pospuesto». ¿Ejemplos? Pues km para kilómetro, h para hora, kg para kilogramo, ha para hectárea o N para norte.
10. Nos reímos ja, ja, ja, no jajaja
Otra norma que posiblemente cambie en el futuro, porque todos sabemos que lo más habitual, un poco por comodidad, es la risa seguida y sin comas. Pero si quieres hacerlo bien y darle a tu risa un toque sofisticado, pásate al ja, ja, ja.
11. Quedó en decimocuarta posición o décima cuarta posición
Es decir: si escribes el ordinal en dos palabras, ambas concuerdan en género con aquella a la que modifican.
12. Las letras voladas llevan un punto antes
Son, al fin y al cabo, abreviaturas: no es Mª, sino M.ª; no es 1º, sino 1.º. Y así con todas.
13. Los extranjerismos se escriben en cursiva (y dependen de la pronunciación)
La cursiva muestra que la pronunciación no sigue las normas del español. Es decir, palabras como pizza o jazz van en cursiva. Y hay casos en los que depende de dónde seas: pijama en España se lee tal cual, con jota, pero en muchos lugares de Hispanoamérica siguen la proununciación inglesa. En ese caso, hay que escribir «piyama» o, si se mantiene la grafía, usar la cursiva pijama.