Tu nombre ha sido oficialmente cambiado a güey.
A veces se referirá a ti con otros pseudónimos amistosos, principalmente cabrón y puto. Tu nombre real se mantiene reservado para situaciones extraordinarias, pero aún en estas siempre va a ir acompañado por un güey, un cabrón, un puto o todas sus combinaciones. Sobra mencionar que has perdido la capacidad de ofenderte con facilidad.