1. ¿Cumples años? Te toca llevar el pastel
No esperes que tus colegas de trabajo te sorprendan con un rico pastel de cumpleaños mientras te cantan las mañanitas. En alemania cuesta más caro el caldo que las albóndigas. Si cumples años debes comprar —o hacer— tu pastel para después compartirlo entre tus compañeritos de oficina. Lo bueno es que puedes dar por hecho que tu cara no terminará embarrada al pastel, simplemente recibirás un caluroso apretón de manos como felicitación.