Quédate con esto: no estás solo. Este es un artículo para visibilizar esos momentos en los que tomamos decisiones estúpidas o apagamos el cerebro mientras hacemos cosas importantes como reservar un vuelo. El primer instinto es el de mirar de reojo a nuestro alrededor, comprobar que nadie se ha dado cuenta y hacernos la promesa de no contarlo nunca. Nadie tiene por qué saberlo. Pero no te preocupes, si no conoces a nadie a quien le haya pasado eso que te acaba de pasar a ti, es simplemente porque también lo ha ocultado.
Todos, hasta los viajeros más experimentados, tenemos esos momentos en los que pensamos que es un milagro que consigamos salir más o menos ilesos de nuestros viajes, sin acabar desnutridos, arruinados o sin saber cómo volver a casa. Aquí van algunos de los errores viajeros más comunes, todos ellos vividos en mis carnes, las de otros miembros de Matador en Español, las de nuestros lectores y las de amigos que prefieren permanecer en el anonimato.