14 razones por las que jamás deberías llevar a tus hijos a la Ciudad de Oaxaca
Laura Bernhein
9 Jul 2015
1. ¿Que Oaxaca está rodeada de montañas super verdes y de vistas que te quitan el aliento? Mmmm, a tus hijos les va a dar vértigo…
2. ¿Flores frescas todo el año? ¿Acaso no saben los oaxaqueños que existen infinitas variedades de flores de plástico?
3. ¿Fuegos artificiales una noche cualquiera en el medio de la ciudad? No gracias, ya se sabe que los niños detestan los momentos mágicos.
4. ¡Y hay esqueletos por todas partes! Tus hijos van a pasarse el día llorando del terror…
5. ¿¡Y estos gigantes!? Ahora sí, definitivamente, tus hijos van a tener pesadillas por meses.
6. La gente de Oaxaca es demasiado simpática para ti… Ustedes viajan para ver monumentos y edificios, no para andar sonriéndole a nadie, ¡y menos a otros niños!
7. Las campanadas de la Iglesia de Santo Domingo van a asustarlos, mejor mantenerse bien lejos…
8. ¿Y la Biblioteca Infantil, donde todos los días hay un bibliotecario que cuenta cuentos y donde hay cientos de libros y juguetes, además de muchísimos eventos? No gracias, tus niños pueden aprender todo lo que necesitan de la tele…
9. No entiendes por qué las paredes están pintadas de tantos colores. Ni que Oaxaca fuera el mismísimo arco iris… Tanto estímulo visual enloquecerá a tus angelitos.
10. ¿Comer elotes mientras pasean por calles de adoquines, rodeados por edificios de arquitectura colonial y bajo un cielo de mil colores? No gracias, no crees que sea lo suficientemente especial…
11. Esa gente bailando toda la noche con vestimentas coloridas y música alegre…¿Dónde se ha visto? No, tus hijos necesitan irse a dormir temprano y en el más absoluto silencio.
12. No encuentras nada especial en ir a ver las cascadas petrificadas de Hierve el Agua…Después de todo, son las únicas en su tipo en toda América y no crees que tus hijos tengan nada que aprender de semejante lugar…
13. Detenerse a comprar frutas frescas a la orilla de la carretera… ¡No gracias! Los plátanos del super son mucho mejores.
14. Lo peor de todo es que tus hijos van a ser tan pero tan felices en Oaxaca que van a pedirte una y otra vez regresar. Y la verdad es que, después de los maravillosos momentos que habrán disfrutado en familia, ¡tú tampoco verás la hora de volver! ¡Viva Oaxaca! 
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