1. Comienzas a hablar con un tonito muy curado…
El acento de los norteños es muy pegajoso, pero además viene cargado con palabras nuevas para incluir en tu vocabulario. Es imposible que no comiences a utilizar palabras como morra, vato, cheve, macizo, chilo, inga, bichi, wacha, apapuchi, plebes, amalayon, arre… o decirle pariente a cualquier buchón.