1. Comprendes que la vida en la capital comienza horas después que en Monterrey.
Mientras tú ya contestaste los primeros correos en la oficina, en el D.F. apenas están disfrutando del almuerzo.
2. Entiendes que es más fácil conocer con analogías las costumbres del resto del mundo.
Entiendes, por ejemplo, que “lo que Tampico es a Monterrey, Acapulco es al D.F.”