3. La chancla también forma parte del arsenal disciplinario de la madre yucateca, pero el “estate-quieto” por excelencia es el huascop acompañado de un severo “x’la chiquito” y si lloras te dicen que no seas chechón…
4. ¿Hot cakes?, ¿cereal?, ¿yogurt?, ¿granola?, ¿un plato de frutas?… ¿Quién necesita de eso con una madre yucateca que te prepara unos huevitos con chaya y frijol colado o unos huevos motuleños.
6. Una madre normal te dice que estás quedando panzón o gordito. Una madre yucateca te dice que estás quedando bien hermoso o hermosa y que está quedando grande tu bobox. Aunque si estás muy flaco no te salvas, entonces te dice dzauayak.
7. Cualquier madre mete la ropa a la secadora después de lavar. Una madre yucateca sabe que un soskil, una orqueta y el abrazador sol yucateco es todo lo que se necesita para que esté seca de volada.
9. Para protegerte de los moscos, una madre normal usa repelente… Una madre yucateca flitea y pone su killer aunque esté prohibido como en 40 países. Y al mosquitero le dice miriñaque.
11. Mientras que una madre normal podría sorprenderte con cualquier guiso, tú el lunes al regresar de la escuela sabes que te espera un frijol con puerco con chiltomate, aguacate, rábano y cilantro.
13. Cualquier madre se escandalizaría de escuchar a tu progenitora decir que “chupes una china”. Pero tú sabes que tu madre yucateca se refiere a que comas una naranja dulce.
15. Mientras que una madre normal puede expresar ternura con un “owww” o un “qué tierno”, una madre yucateca dice chuch. Cuando estás triste, una mamá normal te abraza… ¡Pero las de Yucatán te hacen loch!